Representantes de la Unión de Trabajadores Cañeros de los Bateyes se concentraron una vez más frente al Palacio Nacional en reclamo de las pensiones que dicen merecer.Los cañeros decidieron apostarse allí con el decidido propósito de que el presidente Danilo Medina escuche su reclamo y ponga en marcha a la mayor brevedad un decreto que les favorezca con las pensiones requeridas. Sería la tercera vez que se decretara el pago de pensiones al grupo (la primera vez fue durante el mandato del expresidente Leonel Fernández y la segunda durante este período de Medina). El grupo de trabajadores ha intentado en dos ocasiones marchar hasta el Palacio Nacional, pero han encontrado impedimento para hacerlo, por lo que se han limitado a reunirse en sus inmediaciones.
En espera de respuesta
Jesús Núñez, vocero del grupo, señaló que han hecho múltiples intentos sin resultado alguno.
Aseguran que han llevado su solicitud hasta el Instituto Dominicano de Seguros Sociales y que incluso se han reunido previamente en Palacio con el viceministro Henry Molina.
Son más de cinco mil cañeros los que hacen el reclamo a las autoridades y, según dicen, con los anteriores decretos solo se han beneficiado con pensiones 2,700.
“Señor Presidente, los cañeros cumplimos con nuestro trabajo, ahora cumplan con nosotros. El CEA tenía más de 121 mil hombres laborando en los ingenios azucareros y menos del 15% han sido beneficiados con la pensión y prestaciones laborales”, comentó Núñez.
Agregó que “los derechos adquiridos no se atacan y el Estado dominicano es el principal culpable de esto. Los cañeros han sido burlados y estafados, violando las leyes laborales y los convenios internacionales de la Organización Internacional del Trabajo”.
Las pensiones que están exigiendo son de cinco mil pesos para cada trabajador.
De su lado, el Partido de la Revolución Popular (PRP) envió una misiva al grupo de cañeros donde expresa su apoyo en la lucha que están llevando. “Mientras el Gobierno viola la ley, maltrata y discrimina a los obreros cañeros, persiste en derrochar miles de millones de pesos en cosas que no son prioritarias. ¡Obreros cañeros, sigan adelante, el futuro les pertenece!”.
