Un camino bastante difícil

Dos salidas ante rivales del Este de la Liga Americana, un par de derrotas para el derecho dominicano Ubaldo Jiménez.

Dos salidas ante rivales del Este de la Liga Americana, un par de derrotas para el derecho dominicano Ubaldo Jiménez.
Bienvenido al territorio más hostil de las Grandes Ligas.

Sus primeros compromisos son una especie de adelanto de la película que le tocará filmar en la actual temporada. Está en una zona de peligro extremo, donde no hay rivales pequeños.

No es que Ubaldo esté destinado al fracaso, pero debe trabajar con sentido de urgencia en aras de afinar detalles que le permitan cumplir con las expectativas.

Ayer apenas duró cuatro entradas y dos tercios y repartió cinco transferencias, una especie de pecado capital en el juego. En sus dos aperturas registra 10 ponches y ocho bases por bolas en 10 entradas y dos tercios y su promedio de carreras limpias está en 6.75. No anda cerca de las cifras anheladas para un lanzador contratado para rendir como si fuese un estelar de rotación.

El Jiménez que domina es el ponchador y el que evita al máximo embasar contrarios por su descontrol. Para salir airoso ante Boston, Toronto, los Yankees o Tampa Bay hay que hilar fino, cual soldado en un campo de minas.

Desde 2003 hasta la fecha dos lanzadores han ganado el Cy Young con equipos del Este de la Liga Americana. Roy Halladay en 2003 con Toronto y David Price en 2012 para Tampa. Previo a ellos Roger Clemens y Pedro Martínez, quienes tienen cocinero especial, ya que la comida de ambos es aparte, se repartieron cinco estatuillas.

Sin deseo de irrespetar a los otros ganadores del cotizado lauro, pero el peaje es más alto en el Este del menor de los circuitos.

Jiménez no puede dormirse. Le toca una vía repleta de óbices.

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