Si fuese compañero de Brandon Jennings no quisiera verlo ni en foto. Le puso una estación de combustible al motor que nadie puede detener en estos momentos en la NBA.Miami Heat está jugando un baloncesto casi perfecto en estos momentos. Tienen al mejor del planeta en LeBron James y sus compañeros, estrellas como Dwyane Wade y Chris Bosh, por ejemplo, son duros en la pelea. Ni hablar del reparto que encabeza Ray Allen.
El dirigente Eric Spoelstra merece crédito por mantener ese grupo al unísono. La madurez no solo es de LeBron. La cabeza táctica también debe alcanzar ese nivel.
Para vencer a los campeones hay que derrotarlos primero en el plano mental. Me explico: tiene que aparecer un equipo que frustre, disloque, destornille o saque de la cancha al escuadrón armado por Pat Riley, que se ha dado tremendo genio como arquitecto del juego.
Tendrá que aparecer un conjunto que no muestre miedo, que sea irreverente ante la presencia del tren con los terribles vagones 6, 3 y 1. Indiana lo hizo en un momento.
Los Knicks cuentan con material para blasonar ciertas cosas frente a los monarcas. Pero esto es postemporada y ante el Heat no deben darse ciertos lujos en los que a veces caen, especialmente cuando su ofensiva se desorganiza.
Miami pasó de tener cuco a ser el cuco de la NBA. Esa etapa en la que Boston Celtics tenía copia del acta de nacimiento de James pertenece a una edad superada.
Ahora es todo lo contrario. Cuando veamos a Miami apartarse de su juego, uno forzando, el otro perdido, sin respuesta por momento ante una estrategia, entonces levanten las banderas rojas.
Pero eso no se logra con discursos como el de Jennings. Es en la cancha que se resuelve. No en los medios ni redes sociales.
Apunte esto
Nada convenientes esas versiones que vinculan a una empleada de la Fundación Robinson Canó con la clínica de Miami que es centro de un escándalo por esteroides…Eso no ayuda cuando se espera un contrato grande para el dominicano…Mientras que responda con palos en el terreno…Lo hace bien.
