Como entre bomberos no debemos pisarnos la manguera, es consabido que más allá de las formalidades, el jefe del Poder Ejecutivo controla 100 x 100 las decisiones del Senado, y del Congreso en general. No en vano en medio de la campaña bajó públicamente la directriz de que quería “un Congreso mío”, lo cual se materializó casi en su totalidad, con todo y que a diferencia de las elecciones congresuales de 2010, cuando el Partido de la Liberación Dominicana no dejó para nadie, esta vez el Revolucionario Moderno alcanzó en la cámara alta curules para representar a Puerto Plata y a El Seibo, en las personas de los senadores José Ignacio Paliza y Santiago Zorrilla.
Legisladores y comentaristas contribuyeron a expandir la conjetura de que la mayoría senatorial peledeísta arrebataría al PRM su legal y legítima aspiración de contar con un asiendo en el Consejo Nacional de la Magistratura, que elige al Tribunal Superior Electoral y a los integrantes de otras cortes fundamentales.
Se especuló en declaraciones e insinuaciones insensatas la idea de que el oficialismo inventaría “fabricar” una segunda mayoría con los representantes de otros partidos a los que el electorado no otorgó esa categoría, pues implícita o explícitamente fueron parte de las alianzas gobiernista u opositora que acudieron a las elecciones.
O se especuló con otro invento, que se estuvo dejando caer en el sentido de que la mayoría senatorial oficialista buscaría sembrar cizaña en el PRM, escogiendo no al elegido por el PRM, que es el senador Paliza, sino al senador Zorrilla, en desconocimiento de lo ya acordado por la fracción senatorial perremeísta que forman ellos dos, en la que corresponde al seibano la condición de vocero.
Luego de quedar debidamente esclarecido el mandato constitucional estableciendo que sin lugar a interpretación los representantes del Senado y de la Cámara de Diputados en el Consejo Nacional de la Magistratura corresponde a la segunda mayoría electoral, que en este caso fue el PRM.
Y además certificado por la secretaría general del Senado, que en esa cámara sólo existen dos bloques, vale decir, sólo dos bloques o fuerzas con más de un legislador, que son el PLD y el PRM, corresponde que en el CNM estarán representados el presidente del hemiciclo y el representante propuesto por el bloque opositor, en este caso Paliza, del PRM.
Es muy positivo que la mayoría senatorial gobiernista, obviamente bajo control del jefe del Ejecutivo, optara por enviar al país la buena señal de colocarse por encima de febriles inventos de políticas de mala ley, y haya actuado conforme el mandato legal.
Ojalá que a esa buena señal siga la del anuncio de que finalmente el Senado elige titulares y suplente de la Junta Central Electoral “equidistantes del partidarismo, comprometidos fundamentalmente con el mandato legal al organizar y valorar las elecciones”, que consideramos “la base, el primer paso, en la dirección de fortalecer la institucionalidad democrática, ese marco político sin el cual no hay desarrollo social”, como escribimos en nuestro artículo anterior.