El filósofo y ensayista español, José Ortega y Gasset, dijo una vez, “yo soy yo y mis circunstancias, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Esta célebre frase se puede relacionar a todos pero, en estos momentos, llega a la mente Tom Brady. El famoso mariscal de los New England Patriots es uno de los jugadores más exitosos en la historia del juego, pero también es todo una celebridad fuera del terreno. Las mujeres lo desean y los hombres admiran su forma de juego y el haber conquistado una de las mujeres más bellas del planeta, la modelo brasileña Gisele Bundchen.
Pero, a pesar de la aureola y de hacer el dúo mariscal entrenador (con Bill Belichick) más exitoso en la historia del deporte, las circunstancias no están a favor de Brady este año. Los últimos años, los Patriots han tenido una de las ofensivas más poderosas de la Liga. Sin embargo, este año no cuentan con mucho talento para complementar a Brady, a pesar que éste tomó un recorte de salario para nuevas adquisiciones.
En la temporada muerta, perdieron a Aaron Hernández por estar involucrado en un homicidio y al favorito de Brady, el receptor Wes Welker, quien partió hacia Denver. Hasta ahora no han contado, por motivos de lesiones, con Rob Gronkowski, uno de los mejores alas cerradas (TE) del juego. Steven Ridley, su corredor principal, no ha estado a la altura que estuvo el pasado año y Shane Vereen, quien tuvo una excelente primera semana, se lesionó por el resto del año. De igual forma, también se lesionó por 4 a 6 semanas, la mejor adquisición del equipo para esta temporada, Danny Amendola.
A pesar de todo esto, los Patriots, como lo han demostrado en esta última década, se sobreponen a sus adversidades y han conseguido ganar sus dos primeros partidos (Búfalo y NY Jets), principalmente por su defensa. Pero la realidad es que si la ofensiva no se eficientiza, los Patriots no serán exitosos contra mejores equipos con sus partido en dos semanas en Atlanta.
Predicciones (3-0): Indianápolis, Dallas, Seattle