¿Cuál ha sido el proceso capilar más traumático por el que has pasado? Hace muchos años, en un salón me hicieron un intento de rubio y quedó naranja. Para matizarlo me pusieron un color oscuro, parecía Morticia Adams. Al final me pusieron unos rayitos y se me quemó todo el cabello. Desde ese entonces no me había hecho ningún cambio en el pelo hasta ahora.
¿Llevarías el cabello extra corto?
“Nunca digas nunca”. Quizás no por gusto, pero si es necesario para una película que el personaje lo requiera, lo haría.
¿Cómo lo cuidas?
Lo que más me funciona son los “truquitos” de la abuela que me ponen en mi salón, Mag Salon Spa. Utilizan muchos tratamientos orgánicos. Uno de mis favoritos es el de coco, melaza, leche y miel. Todas las semanas lo varían para que el cabello no
se acostumbre.
¿Algo que persigas constantemente con tu cabellera?
Lo más importante para mí es tener el cabello fuerte y sano. Como se expone constantemente al calor, trato de mantenerlo hidratado.
¿Cuál estilo nunca usarías?
No me haría un mohawk, ni un mullet.
¿Cuál te encantaría usar pero no te atreves?
A los 15 años soñaba con hacerme dreadlocks.
El consejo capilar que te han dado que más te ha funcionado:
Extracto de canela para el crecimiento, hacerme rolos y
ponerme tratamientos orgánicos todas las semanas.
¿Algún tratamiento en casa que recomiendes?
Aunque no sea muy agradable, el huevo con aguacate aporta
muchas proteínas al cabello.
¿Realmente las rubias se divierten más?
Eso es un buen mito que creó Marilyn Monroe (risas). Científicamente, el color del cabello no tiene asociación con la diversión. De rubia, morena, pelirroja o con la cabeza afeitada siempre trataré de buscarle el lado divertido a la vida.
Fotografía y manejo digital: Yael Duval
Estilismo y Dirección de Arte: Enyer Díaz
Maquillaje: Lissa Oliva
Peinados: Christie Checo. Yaritza por Miss Rizos
Manejo Digital: Euris Alonzo
Asistencia de fotografía: María Arias y Belca Toca
