Bartolo Colón es el protagonista de una interesante historia que no olvida su propia historia. Luego de ganar el premio Cy Young como el mejor lanzador de la Liga Americana en la campaña de 2005, el derecho de Altamira, Puerto Plata, se desmoronó como un castillo de naipes.
Las lesiones se encargaron de hundir al serpentinero que firmó un buen contrato con los Angelinos de Anaheim (cuatro años y 51 millones de dólares desde 2004 hasta 2007). Súmele a eso un poco de descuido y cualquier carrera cierra en pobres términos.
Poco a poco fue bajando de la cumbre que se encontraba hasta quedarse sin empleo. El mismo que en 2005 fue el mejor de su posición en el menor de los circuitos, venciendo a Johan Santana en las votaciones por el lauro al premier de los serpentineros, se apagaba estrepitosamente y para 2009 era lo más parecido a un “coge palos” con los Medias Blancas.
“Yo estaba fuera de pelota”, es la primera reacción de Bartolo en su conversación con elCaribe en el pasado Juego de Estrellas en el Citi Field, hogar de los Mets, en Queens, Nueva York. Normalmente tímido, huidizo ante los medios, Colón esta vez tenía deseos de hablar de su tremendo regreso.
“Me recuerdo que tuvieron que hablar mucho conmigo porque el ánimo no me salía”, recuerda el colíder en victorias de la Americana con 13.
Colón se pasó todo el 2010 fuera del béisbol organizado en los Estados Unidos. Representó al país en los Juegos Centroamericanos y del Caribe y en el torneo premundial de béisbol, ambos celebrados en la vecina isla de Puerto Rico.
Su primera fuente de inspiración fue Denio González, dirigente de la selección nacional para ese entonces. Vale resaltar que Bartolo brilló para el país en ambos compromisos.
“Denio González me ayudó bastante. Tengo que agradecerle a él y a Tony Peña porque sin ellos no estuviese aquí”, dice.
“Denio me decía que no parara, que me quedaba todavía que era un asunto de mantenerme saludable y me dio esa gran oportunidad de estar en la selección”, expone Bartolo.
“Para mí fue una bonita experiencia, porque siempre me ha gustado representar a mi país”, señala una de las principales figuras del Clásico Mundial de 2006. “No gané en el Clásico, pero con Denio sí pude celebrar por mi bandera”.
El empuje de Peña
Tony Peña llegó ayer a las siete de la mañana a Texas junto con el resto de los Yankees de Nueva York que jugaron hasta la una de la madrugada en Boston, donde perdieron 8-7 tras el cuadrangular de Mike Napoli en el episodio número 11.
Peña, asistente de Joe Girardi, mánager de los Yankees, no estaba muy a gusto con hablar sobre Bartolo y los consejos que le dio en 2010, cuando el hoy estelar de los Atléticos de Oakland no tenía más pasado que contar que futuro por desarrollar en las Mayores.
“No me siento cómodo hablando de esas cosas. Bartolo se ha fajado para estar donde se encuentra y si hay algún mérito es de Dios”, respondió Peña por la vía telefónica antes de abordar el autobús rumbo al Rangers Ballpark, sede del partido de anoche contra los Vigilantes.
Al final accedió a dar unos cuantos detalles de la travesía de Colón.
“El venía de lanzar con Denio (en la selección) y hablamos de darle una oportunidad con las Águilas, equipo al que dirigía en ese momento (otoño-invierno de 2010). Quedamos en que le daría una oportunidad y le fue bien así que le fueron llegando las demás”, cuenta Peña, capataz campeón del equipo dominicano en el pasado Clásico Mundial de Béisbol.
“Bartolo siempre ha sido lo que llamamos un muchacho grande. Hablamos mucho de que en Grandes Ligas se necesitaban lanzadores intermedios y que solo tenía que poner de su parte con la disciplina. Así lo hizo y el resto es historia”, agrega Tony en tono pausado.
En la temporada invernal dominicana 2010-11 tuvo registro de 2-1 con las Águilas Cibaeñas. Tuvo una efectividad de 1.45 en siete salidas en 37.1 de entradas en las que aceptó 12 carreras producto de 35 imparables y 28 ponches. La oposición le bateó para .248.
El retorno de Colón a las Mayores fue precisamente con los Yankees de Tony Peña en 2011. Ya lleva dos campañas en mejoría progresiva con Oakland, escuadra que cuenta con el criollo para ganar el Oeste de la Americana.
Sus números son fuera de serie. Tiene una foja de 13-3 con un promedio de carreras limpias de 2.52. Ha logrado tres blanqueadas en 20 juegos como abridor. En 135 entradas y dos tercios, le han pegado 130 imparables y le han fabricado 38 carreras limpias.
Junto a Marichal y Pedro
Bartolo se declara un fiel admirador de Pedro Martínez. La amistad de ambos data de mucho tiempo y si algo quisiera Colón es unirse a Pedro y a Juan Marichal como los únicos dominicanos con 200 o más victorias en las Grandes Ligas. “Siempre es un honor estar al lado de Pedro”, dice el derecho, cuya foja de por vida es de 184-125 y un promedio de carreras limpias de 3.96. “No sé si pueda llegar hasta ahí, pero haremos el esfuerzo”, añade.
“Me siento de 20”
Bartolo Colón se preparó muy bien para tratar el tema de su edad. Tomó algo de Carlos Gardel, pero duplicando la cifra. Para el bonachón de Altamira 40 años no son nada.
“Me siento de 20”, dice con una sonrisa que abarca todo el Citi Field y que le delata sus claras intenciones de tomar el tema a puro relajo. “Yo no siento mi edad. Cuando estoy en el terreno soy tan joven como cualquiera y gracias a Dios tengo salud. Yo no pienso mucho, solo en tirar strikes, que es lo importante”, dice Colón, dueño de una relación de ponches por bases por bolas excelente. Tiene 75 ponches y 16 transferencias concedidas.
“La experiencia también tiene mucho que ver. Uno aprende y hay cosas que ahora se hacen mejor que en otros tiempos”, añade.
Bartolo pasó por el quirófano, en un proceso de células madres que llamó la atención de muchos, incluidos los jerarcas de las Mayores.
“No te puedo hablar sobre eso”, dice. Si prefiere hablar en el terreno lo hace de forma categórica.
9-1
Es el récord de Bartolo después de cumplir los 40 años. Es el lanzador con mejor récord en una campaña a esa edad.
184
Victorias registra Bartolo en 15 años de carrera en las Grandes Ligas y una efectividad de 3.96.
