Menta: Es el sinónimo de frescor por excelencia. La puedes consumir en forma de té, con un poco de miel. Basta con dos cucharadas de menta hervidas en medio litro de agua.
Mirra: Considerada desde épocas milenarias como un buen elixir bucal. Se utiliza disolviendo 20 ó 30 gotas de ésta en un vaso de agua para hacer enjuagues después del cepillado.
Manzana: Mantiene la boca fresca y húmeda, además ayuda a la salud de las encías.
Perejil: Se recomienda para neutralizar el olor del ajo y la cebolla. Puedes consumirlo masticando una ramita o triturando sus hojas.