El placer sexual masculino no se genera sólo en sus genitales. Toma nota y presta mucha atención a estas zonas del cuerpo de tu hombre; esos puntos que quizás no sabes cómo estimular y que con las caricias correctas se convierten en un detonante del éxtasis.
Los párpados. Entre más delicado sea el órgano externo, más sensible es la piel que lo rodea. “Besos suaves sobre los ojos cerrados estimulan los nervios parasimpáticos de los párpados, produciendo una relajación que hace más sensible la relación”, afirma Alessandra Rampolla en Sexo, ¡¿Y ahora qué hago?!
El cabello. Acariciar su cabellera puede resultarle inesperado, además de ser una sutil muestra de afecto que le puede dejar dicho que lo deseas. Hazlo con movimientos circulares y utilizando la yema de tus dedos. Esto ayudará a estimular la circulación de la sangre y le ayudará a relajarse, si ha tenido un día tenso. “Las caricias constantes mantendrán la experiencia a punto de ebullición”, dice Lissa Sussman en The 100 Best Foreplay Tips Ever (Los 100 mejores juegos preliminares de la historia).
La nuca. Es una zona sensible, aunque posee una piel un poco más gruesa que la de la mujer. Acariciar la de tu chico es una excelente manera de iniciar los preliminares. Recorre la zona suavemente con tus dedos desde la base del cabello hasta en medio de los hombros, con un roce sutil. Míralo a los ojos pícaramente mientras lo haces y, una vez tengas su atención, coloca tu mano firmemente en su nuca y atráelo hacia ti para besarlo. ¡De seguro habrás iniciado la acción!
La oreja. Es una de las zonas más excitantes para besar y está llena de terminaciones nerviosas que pueden elevar su libido. Comienza por rozar suavemente toda la oreja con tus labios y déjalo escuchar el sonido de tu respiración. “Besa el área del lóbulo como si se tratara del labio inferior –puedes chuparlo o mordisquearlo suavemente–, luego agrega tu lengua al juego y termina por gemir y susurrarle cuánto lo deseas”, recomienda William Cane en el libro El arte de besar.
El antebrazo y el interior del codo. La piel de estas zonas es bastante fina y sensible. Es una zona erógena de carácter secundario y su estimulación puede resultar muy placentera. Acariciarlas con la punta de los dedos, puede resultar en un leve cosquilleo que llegará directo a su espina dorsal.
Los pezones. El pecho masculino no es tan sensible como el de una mujer, pero puede ser un punto clave en el juego sexual. Acaricia suavemente sus pechos con tus manos dibujando círculos imaginarios, también puedes rozarlo con tu cabello o con tus propios pechos. “Esto hará que su pecho se vuelva más sensible y la punta de sus pezones debería endurecerse. Tras un rato, desenfunda una nueva y temible arma de Eros: tu lengua, y empieza a chupar con energía y deleite sus pezones”, dice Erik Rémes en Atrévete a volver loco a tu hombre en la cama.
El abdomen. El portal TuGuíaSexual.com lo cataloga como una de las zonas erógenas masculinas favoritas (no en balde se preocupan tanto por trabajar ese “six pack”). “Dibuja una línea vertical desde el ombligo hasta el pubis con tu lengua, tus dedos y labios. Haz otra línea horizontal besándolo de cadera a cadera. Acompaña con caricias suaves con las uñas, pequeñas succiones y ligeros mordisqueos”.
El interior de sus muslos. Toda mujer lo intuye. Basta con poner las manos sobre sus muslos para que un hombre comience a imaginar el encuentro sexual en su cabeza. “La parte interna de los muslos, dada su cercanía a los genitales, resulta sumamente erótica en los juegos de caricias”, añade Rampolla. Besa la parte interior de los muslos de tu pareja y añade lamidos y mordiscos pequeños, de arriba hacia abajo sin llegar a sus genitales. ¡La desesperación lo enloquecerá!
El punto “O”. Según el sexo tántrico, frotar el cóccix de un hombre desata su energía sexual. “El espacio en forma de ‘O’ en la base de la columna vertebral está lleno de nervios que están conectados al pene, y acariciarlo puede despertar su libido. Pon dos dedos de cada mano en este punto y traza pequeños círculos mientras besas su espina dorsal”, dice Karla Invent en el artículo 8 puntos eróticos del hombre.
El perineo. Esta es la pequeña zona que se encuentra justo debajo de los testículos y antes del ano. ¡Y es sumamente sensible para los hombres!
Durante el sexo oral, puedes aprovechar para estimularla con los dedos, mientras tu lengua está ocupada. “El perineo también se puede acariciar, dar pequeños golpes, masajear, lamer o tocar con las yemas de los dedos. Sea cual sea el estímulo, es importante que al principio el tacto sea suave y variar de vez en cuando la dirección e intensidad de la presión”, explica Yvonne K. Fulbright en ¡Tócame aquí!
Tócale su ego
Los cumplidos también son una forma de acariciarlo. Dale un cumplido. “Hará que tu hombre se sienta especial y apreciado, cercano a ti y le hará saber que no puedes quitarle los ojos de encima”, expresa Lissa Sussman en The 100 Best Foreplay Tips Ever (Los 100 mejores juegos preliminares de la historia). ¿Qué ganas tú? Que lo complazcas con palabras lo hará ansioso por complacerte a ti en la cama.