Llenando un documento gubernamental me detuve donde dice: “No escriba debajo de ésta línea, uso oficial solamente”. Vivimos entre límites, fronteras algunas veces necesarias retando nuestro potencial, decisiones y destino.
Sabemos cuándo cruzar ese invisible hilo que sólo el corazón define perfectamente; cuando nuestras responsabilidades cobran nuevo sentido, el momento donde esa relación profesional pasó a ser afectiva; y esas palabras se hicieron pasión y la pasión, promesas, las promesas proyectos que luego se consolidaron en propósitos de vida; sabe cuando estuvimos presentes en un abrazo donde el alma lo entregó todo. Así Dios te espera detrás de la línea, para que tus oraciones pasen a ser milagros, tus sombras, luz, tu existencia sea vida eterna, y tu devoción: ¡amor sin límites!