La vida enseña que “el amor no es repetición. Cada acto de amor es un ciclo en sí mismo, una órbita cerrada en su propio ritual.” Marío Benedetti. No encuentro una mejor frase para confirmar una gran historia, que pocos conocen.
Era agosto de 1980. Un año de recuerdos y decisiones que marcaron un antes y un después, en lo que más tarde se convertiría en una gran historia de amor. Todo inició en la universidad. Dos jóvenes de visión amplia, con metas por alcanzar, valientes y decididos, se conocen en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) en Santiago, estudiando ambos la carrera de Derecho.
Allí, en las aulas, se forjó una gran amistad entre ambos, lo que permitía que conforme pasaba el tiempo los sentimientos crecieran. Aura Celeste empezó a observar detenidamente a Guillermo, aquel joven de buen parecer, con un gran amor al estudio, un elevado nivel cultural, una motivación por lo social y lo humano, y una linda familia. Estas fueron las razones que le cautivaron el corazón.
Que tuvieran la misma perspectiva de las cosas les llevo a crecer más en amistad. Iniciaron por compartir el mismo tipo de literatura y autores, más tarde esa cercanía pasó campo político. Su historia señala que desde que iniciaron la carrera existió una conexión, aunque fue mucho después que él le manifestó abiertamente sus sentimientos. “Éramos compañeros de estudio y amigos entrañables. Fuera del amor interesado nos queríamos demasiado desde hacía mucho tiempo y compartíamos la mayoría de nuestros problemas y sueños”. Recuerda Aura Celeste mientras respondía las preguntas.
Aquella época era difícil, eran menos liberales que ahora y se tenía que contar con la aprobación de los padres. Una de las razones por las pudieron mantenerse firmes, fundamentando su unión en el respeto. (Entre corchetes o palitos)
Aquello fue el inicio de todo. Esos jóvenes llenos de fuerza, hoy están unidos en cuerpo, alma y visión, junto a la hermosa familia que han formado. Aura Celeste destaca que siempre han pensado igual sobre los aspectos fundamentales de la vida; pero si en algún momento surge alguna contrariedad, como es normal en las relaciones, buscan solucionarlo conversando con una o varias tazas de café por medio.
Con casi 35 años de matrimonio (lo cumplen el próximo el 1 de Agosto), Aura Celeste Fernández describe lo que siente por su esposo Guillermo Moreno García, con las siguientes palabras: amor, admiración y necesidad de compañía mutuas. Reposando en esas afirmaciones le preguntamos: ¿Qué le da la seguridad de que puede pasar el resto de la vida con alguien? A lo que respondió: “Que haya amor, madurez en la relación de pareja, puntos de vista comunes, admiración mutua, comprensión y respeto a las familias de ambos.”
La voz de la experiencia
Con motivos a celebrarse el día del amor y la amistad, Fernández desde su experiencia de vida, comparte su consejo para las parejas principiantes y avanzadas. He aquí sus sugerencias:
1. Comprensión.
2. Dejar pasar cosas que no sean fundamentales.
3. Ser transparentes y leales.
4. Ser detallistas.
5. No aceptar violencia física y verbal.
6. Ser solidarios.
7. Enfocarse en el proyecto común y en el propio.
De esta manera, en un fragmento de Rayuela, se confirma la travesía de este amor. “Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.” Julio Cortázar.