El dossier de Pedro Álvarez señala que es graduado en economía en la Universidad de Vanderbilt, donde por última vez se le vio batear tan bárbaramente como dice su reporte de los escuchas.¿Será socio de una empresa de renombre en Wall Street a temprana edad o encontrará pronto el toque mágico perdido de su bateo?
Ojo con esto: ninguna organización de Grandes Ligas tiene los atributos de Job.
Álvarez ha sido una máquina de ponches con Pittsburgh desde 2010 hasta la fecha. En su primera campaña, tuvo 21 dobles, 16 jonrones, 64 remolcadas y un promedio de .256. Abanicó en 119 oportunidades con apenas 37 transferencias en 347 turnos (95 partidos).
En 2011, compiló un average de .191 con cuatro vuelacercas, 19 remolcadas, 80 ponches y 24 bases por bolas en 235 turnos (74 juegos).
En la actual contienda, su promedio es un paupérrimo .053 con 12 swings en blanco sin transferencias. Son 211 ponches y 61 bases por bolas en 601 turnos (175 encuentros). Si esos números fuesen adaptables al cine, Wes Craven lanza otro éxito de horror y no con Freddy Krueger a la cabeza.
Los Piratas tienen futuro y el nativo de Santo Domingo no produce para estar en esos planes. Fue firmado por 6.35 millones de dólares desde 2009 hasta 2012 con opciones del conjunto en 2013 y 2014.
Apenas tiene 25 años, pero se ha estancado. Lo peor del caso es que no ha querido jugar en el invierno con las Estrellas Orientales. Creo que hace rato debió entregarse al torneo local, porque su ritmo no ha sido ascendente. Esperemos que no sea uno de tantos que tomó esa decisión bien tarde.