1. Trata tus labios como tratas tu rostro. Debes de humectarla, remover el pintalabios, exofilar, volver a hidratar. Repite esto todas las veces que puedas.
2. Usa un “primer”. Aunque no lo creas, tus labios también necesitan una base para que estos duren las comidas y bebidas de tus noches.
3. El delineador de labio puede ser tu peor o mejor enemigo. Trata de que sea para positivo. Encontrar el delineador correcto para tus labios es un reto, auxíliate de expertos en el área para lograr engancharte con este producto, notarás la diferencia casi instantánea al usarlo.
4. Comienza en el corazón. Trata de ponerte el labial desde el centro de los labios hacia afuera, así no inicias en el borde de tus labios (que siempre comienzan medio tembloroso).
5. Vacaciones. Si eres de las que no puede salir de casa sin adornar esa boca con algún color, te recomendamos que aunque sea un día, le des un descanso a tus labios; te lo agradecerán. Es como si quisieran volver a respirar. Trata de que ese día sea el que asignes para hidratar, exfoliar y volver a nutrirlos.
6. Recuerda remover todo el maquillaje antes de dormir, en especial los labios. Algunas veces nos olvidamos de ellos, porque no vemos el color en nuestro rostro, pero allá en las profundidades todavía se almanecen bacterias que esperan ser eliminadas. No te descuides con esto.
7. Y el mejor consejo de todos es: practica todos los días, crea una rutina de belleza hasta que llegues a la perfección. Te aseguramos que no volverás a necesitar ninguna ayuda adicional para maquillarte.