Es una momia de 2.600 años y pertenece a la 26ª dinastía (664-525 antes de Cristo), que reinó en Egipto antes de la ocupación persa. ‘La momia más bella de Egipto’; así la denominó, por su excelente estado de conservación, Zahi Hawass, secretario general del Consejo Superior de las Antigüedades de Egipto (CSA).
Su sarcófago fue hallado el 2 de marzo de 2005, en la necrópolis de Saqqara, a cien metros de la famosa pirámide escalonada, y a unos 20 kilómetros al sur de El Cairo.
Hawass reunió diversos medios de comunicación para registrar el momento de la entrada en la tumba, haciendo honor a los que le conocen popularmente como el “Indiana Jones cairota”.
La tumba podría tener unos 4.300 años, por lo que se cree que pertenecería a la vigésimo sexta dinastía. Asimismo, los arqueólogos encontraron una treintena de momias, pero en peores condiciones, e incluso un perro momificado. Según Hawass, el contenido de las tumbas habría sido robado hace mucho tiempo.
Este se trató de uno de los descubrimiento más importante realizado en esta zona. Desde que se empezó a excavar en esta necrópolis, hace siglo y medio, no ha parado de ofrecer hallazgos. Hawass estima que en Egipto podría haber todavía un 70% de riquezas arqueológicas esperando a ser desveladas. Los arqueólogos creen que esta zona se utilizó como cementerio durante dos milenios.