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La sexsomnia es un trastorno del sueño clasificado dentro de las parasomnias, un grupo de alteraciones caracterizadas por comportamientos físicos o experiencias no deseadas durante el sueño o en las transiciones entre el sueño y la vigilia.
Este trastorno, aunque raro, genera comportamientos sexuales involuntarios mientras la persona está dormida e inconsciente.
Características principales y síntomas de la sexsomnia
Los episodios de sexsomnia incluyen actos sexuales que van desde caricias y masturbación hasta relaciones sexuales y orgasmos espontáneos. A pesar de estos comportamientos, quienes los experimentan no tienen control ni consciencia de ellos durante el evento, y suelen despertar sin recuerdos de lo ocurrido.
Un aspecto distintivo de la sexsomnia es la apariencia de alerta que puede mostrar la persona, con los ojos abiertos y en algunos casos respondiendo de manera limitada a estímulos, lo que puede generar confusión en los observadores. Sin embargo, estas respuestas son mínimas o automáticas, y la persona sigue en un estado de sueño profundo, según dijo a everydayhealth, Thomas Kilkenny, director del Instituto de Medicina del Sueño en el Hospital Universitario Northwell Staten Island en Nueva York.
Causas y factores de riesgo
Los pacientes con sexsomnia a menudo desconocen sus episodios nocturnos, que son reportados por sus parejas o compañeros de habitación (Imagen Ilustrativa Infobae)
La sexsomnia es un fenómeno complejo, con causas y factores de riesgo que abarcan desde condiciones médicas hasta hábitos de vida:
Trastornos del sueño
- Apnea obstructiva del sueño.
- Síndrome de piernas inquietas.
- Insomnio crónico.
- Bruxismo (rechinar de dientes).
Condiciones neurológicas y psiquiátricas
- Epilepsia y narcolepsia.
- Síndrome de Kleine-Levin.
- Trastornos psicóticos nocturnos.
Parasomnias asociadas
- Sonambulismo y hablar dormido, que comparten mecanismos con la sexsomnia.
Factores desencadenantes
Los episodios de sexsomnia pueden ser provocados por estímulos externos, como ruidos o luces repentinas, que alteran las fases del sueño, según le dijo a everydayhealth, Keisha Sullivan, especialista en medicina del sueño en Kaiser Permanente en Maryland. Además, el estrés, la ansiedad, el consumo de alcohol, drogas recreativas y ciertos medicamentos de venta libre, como somníferos, también pueden ser factores desencadenantes.
Diagnóstico de la sexsomnia
El diagnóstico de la sexsomnia enfrenta barreras importantes, como la vergüenza o el desconocimiento de quienes la padecen. Según la Clínica Cleveland, en la mayoría de los casos, son los testigos (parejas o compañeros de habitación) quienes alertan sobre el comportamiento. Para confirmar el diagnóstico, los expertos recomiendan seguir estos pasos:
- Recopilación de evidencias: testimonios de los observadores que describan el comportamiento durante los episodios.
- Consulta médica especializada: es fundamental acudir a un especialista en medicina del sueño para evaluar posibles condiciones subyacentes.
- Estudios del sueño: pruebas como la polisomnografía pueden detectar anomalías durante el sueño y ayudar a identificar factores desencadenantes como la apnea del sueño o convulsiones nocturnas.
La vergüenza y el desconocimiento son barreras comunes para el diagnóstico de un trastorno que requiere atención médica especializada (Imagen Ilustrativa Infobae)
Opciones de tratamiento
El tratamiento de la sexsomnia es integral, abordando tanto las causas subyacentes como los factores desencadenantes. Las estrategias incluyen:
1- Tratamiento médico
- Dispositivos CPAP: utilizados para tratar la apnea del sueño, una causa común de parasomnias, según investigaciones recientes de la Clínica Cleveland.
- Fármacos específicos: benzodiazepinas, recomendadas en parasomnias severas, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), útiles para tratar la ansiedad o depresión relacionadas y anticonvulsivos como carbamazepinas, indicados en casos de epilepsia.
2- Cambios en el estilo de vida
La Clínica Cleveland también enfatiza que los cambios en el estilo de vidapueden ser cruciales para manejar la sexsomnia. Estas medidas incluyen:
- Mejorar la higiene del sueño mediante horarios regulares.
- Evitar el consumo de alcohol y drogas recreativas.
- Reducir el estrés y priorizar técnicas de relajación.
- Dormir en habitaciones separadas para garantizar la seguridad del paciente y su pareja.
3- Apoyo psicológico
La terapia puede ser esencial para el manejo emocional del paciente, ayudándolo a afrontar sentimientos de vergüenza o culpa. Además, la consejería de pareja puede ser necesaria, ya que los episodios de sexsomnia suelen generar conflictos en la relación o inseguridades, según explicó Thomas Kilkenny.
Impacto emocional y complicaciones
La sexsomnia puede tener profundas implicaciones emocionales y sociales. Según Kilkenny, las personas que la padecen suelen experimentar vergüenza, miedo al rechazoy preocupación por cómo su comportamiento afecta a sus seres queridos. Las parejas, por su parte, pueden sentirse inseguras, traicionadas o incluso dudar de la estabilidad de la relación.
En casos más graves, puede tener consecuencias legales, especialmente si las acciones realizadas durante los episodios afectan a terceros sin su consentimiento. Aunque se registraron casos donde se utilizó la sexsomnia como defensa legal en delitos sexuales, este argumento es controvertido y rara vez exime de responsabilidad penal.
Pronóstico y perspectivas
El pronóstico para la sexsomnia es generalmente favorable si se identifican y tratan las causas subyacentes. Según comentó Keisha Sullivan, con un diagnóstico y tratamiento adecuados, los episodios pueden desaparecer gradualmente, mejorando la calidad de vida del paciente y su entorno.