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Santiago.-El primer día de aplicación del protocolo de gestión de servicios de salud para pacientes extranjeros, fue acatado en una gran parte de los hospitales de la provincia de Santiago.
Sin embargo, las acciones de inspectores de migración, de convertir en especie de cacería los centros de salud para apresar a indocumentados haitianos, generaron malestar, debido a que las embarazadas eran sometidas a un proceso de larga espera y hasta de humillación.
En el hospital Rafael Estrella Ureña, donde funciona la maternidad René Klang de Guzmán, y donde prácticamente el 35 por ciento de las parturientas atendidas llegan desde la vecina nación, el inspector paraba a toda persona que le pareciera haitiana.
Tras tomar imágenes con su teléfono celular, el empleado de migración empieza a preguntar por el estatus migratorio y de otras exigencias. La forma denigrante en que trata a las embarazadas, provocó la reacción de médicos pasantes haitianas.
El proceso de depuración puede tardar un largo tiempo y mientras tanto, las embarazadas deben permanecer paradas, a la espera de lo que les informen los superiores. Las pacientes conforman que se sienten atemorizadas y tienen miedo a ser deportadas sin recibir atenciones sanitarias.
Los familiares de extranjeros que fueron ingresados durante el fin de semana, no se han visto afectados por dicha medida.
La aplicación de la norma redujo la presencia de haitianos, aunque no de manera significativa.