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Toledo (España), 30 ene (EFE).- Un equipo de investigadores españoles del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC) y del Hospital Nacional de Parapléjicos, de Toledo, logró reconectar en un modelo de rata, a nivel toráfico, una médula espinal totalmente seccionada, con una espuma en tres dimensiones creada con óxido de grafeno reducido.

El estudio que hicieron estos investigadores, que acaba de publicarse en la revista Bioactive Materials, demuestra el potencial de este material para el tratamiento de las lesiones medulares, y abre nuevos caminos de investigación hacia la cura de pacientes parapléjicos en diferentes estados de la enfermedad, informó este jueves en una nota de prensa la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha (región del centro de España).

Asimismo, indicó que cuando se produce una lesión en la médula espinal normalmente esta no se rompe por completo, sino que las lesiones suelen afectar solo a una parte concreta, en uno o varios niveles de la extensión de la médula, por lo que los investigadores han querido demostrar que este material puede potenciar la reconexión del tejido nervioso incluso cuando la lesión es completa.

 La investigadora del ICMM-CSIC y una de las autoras principales del trabajo, Conchi Serrano, explicó: “Nuestro equipo había demostrado ya que estas espumas generan un ambiente prorreparativo en la médula espinal de rata, pero queríamos hacerlo también ampliando el tamaño de lesión y cambiando el nivel espinal, y hemos conseguido replicar los resultados”.

Una espuma llamada ‘scaffold’

Lo que hizo el equipo del ICMM-CSIC, en estrecha colaboración con investigadores del Hospital Nacional de Parapléjicos, fue preparar una espuma llamada ‘scaffold’, con óxido de grafeno reducido, a la que se le hace un tratamiento térmico, a 220 ºC para eliminar el exceso de grupos de oxígeno y aumentar los enlaces químicos entre láminas.

De esta forma, se consigue una mayor estabilidad mecánica, manifestó Serrano, que lleva trabajando en este material para aplicaciones de regeneración neural más de una década.

Así, cuando se coloca el ‘scaffold en la médula espinal -en este caso en un modelo de rata con la médula espinal completamente seccionada a nivel torácico-, se observa que aparecen gran cantidad de vasos sanguíneos, que son fundamentales para nutrir el nuevo tejido, y neuritas (los filamentos que unen unas neuronas con otras).

 También se determina cómo las neuronas que sobrevivieron en la zona alrededor de la lesión proyectan sus prolongaciones a través del ‘scaffold y lo invaden en toda su extensión 3D. Además, el efecto mejora con el tiempo, ya que los resultados  son incipientes tras diez días de implante, pero  son mucho más evidentes a los cuatro meses.

Al respecto, Serrano destacó: “Nuestros ‘scaffolds’ de óxido de grafeno reducido favorecen el crecimiento de vasos sanguíneos más abundantes y más grandes, y neuritas más abundantes, más largas y, además, distribuidas de manera más homogénea en el espacio de la lesión”. EFE

Posted in Salud

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