En 2023 se registraron aquí 669 suicidios, cifra superior a años anteriores; piden prestar atención a ese problema
Cada 13 horas mueren dos dominicanos a causa del suicidio. El escalofriante dato revela una profunda crisis de salud mental que se evidencia en un aumento de los casos.
La tasa de suicidio en la República Dominicana ligada a la pobre cobertura de servicios de salud mental constituye un importante problema de salud pública, concluyen los especialistas.
En 2023, el país registró 669 suicidios, cifra superior a años anteriores. A todo esto, hay miles de psicólogos sentados en sus casas u ocupados en otros oficios, porque no tienen empleo en sus áreas.
La presidenta de la Sociedad de Profesionales de la Psicología, Abril Arias, informó: “Tenemos en el país 55 mil psicólogos, y estos en su mayoría están desempleados, prestos para trabajar en programas de intervención”.
Al participar en el panel Despierta con CDN 37, junto a los especialistas de la conducta Juan Vargas y Jorge Morillo, la psicóloga Abril Arias ponderó como positivas las acciones del Gobierno, dentro de las que se enmarca el fortalecimiento de la línea de asistencia, sin embargo consideró que no es suficiente.
“Lastimosamente, el suicidio ha sido uno de los temas más relevantes y significativos, al punto de que cada 13 horas mueren dos dominicanos a causa del suicidio”, reveló la expresidenta del Colegio Dominicano de Psicólogos.
El dato lo corrobora el informe Situación de Suicidios en la República Dominicana, que fuera publicado en junio de este año por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Según se detalla en el documento, en el período 2019-2023, se contabilizaron 3,152 suicidios, el 2023 fue uno de los años más grises, con 669 suicidios registrados, cifra que supera a la del 2022, cuando se reportaron 609 decesos por esta causa.
Estos números, que tienen rostro y nombre, encienden el botón de alarma y revelan patrones significativos.
En su mayoría los suicidios están vinculados a la depresión
De acuerdo con el Boletín Demográfico y Social de la ONE, la mayoría de los suicidios está vinculada a la depresión o a problemas de salud mental, estos representan el 59.5% de los casos.
Hay un considerable 19.29% de suicidios cuyos motivos no se declaran, y un 14.70% está relacionado con conflictos familiares, violencia intrafamiliar y de género.
El informe de la ONE destaca la urgencia de implementar estrategias de prevención efectivas y declara como esencial mejorar la infraestructura de salud mental, incrementar la capacitación de profesionales y fomentar la concienciación pública sobre la importancia de la salud mental. La presidenta de la Sociedad de Profesionales de la Psicología, Abril Arias, considera que se debe comenzar a trabajar en la promoción.
Con la vista puesta en ese objetivo considera que se debe apuntar a las 1,700 unidades de atención primaria que hay país, como base para la prevención, especialmente aquellas ubicadas en sectores marginados y zonas rurales, donde hay poca oportunidad de acceder a un centro de segundo nivel, que se enfoca en el seguimiento y la intervención.
Sostiene que como gremio, no han tenido un acercamiento con el actual ministro de Salud Pública, pero hace los aprestos para que esta reunión se pueda concretar el próximo mes, para discutir temas como la promoción de la salud mental.
“El año pasado, cuando presidí el Colegio Dominicano de Psicólogos, tuvimos muy buenos vínculos con el Ministerio de Salud Pública y con el Servicio Nacional de Salud. Reconocemos los esfuerzos que se están haciendo desde el Estado, aunque decimos conjuntamente que no es suficiente” afirmó.
Destacó que desde ese gremio, tuvo la oportunidad de gestionar nuevos nombramientos y profesionalizar a psicólogos para servicios de calidad en las instancias públicas.
A juicio de la terapeuta familiar, la salud mental es un derecho humano fundamental y “todos debemos sentirnos corresponsables con este tema, que no ha sido prioridad para los gobiernos”.
En ese sentido, señaló que la Ley de Seguridad Social 87-01 establece en su artículo 118 que las aseguradoras deben cubrir los servicios de salud mental, ordenanza, que no se ha cumplido, afirmó.
Además, se quejó de que como prestadores de servicios de salud mental, no reciben un copago digno para prestar un servicio con calidad.
“Hay que entender que la salud mental es altamente costosa y muchas familias prefieren amarrar a las personas que ven con una conducta disfuncional con cadenas, con sogas, las encierran en una habitación deteriorando su salud mental, porque no tienen acceso a ese servicio”, denunció Arias.
Los servicios están desbordados
Al respecto, el psicólogo clínico Jorge Morillo, enfatizó que la población dominicana está sometida a mucha presión social y los servicios de salud mental están al límite. “Nuestras consultas están desbordadas y es un tema nacional que requiere respuestas del Estado”, recalcó.
El especialista subrayó que antes de la Covid-19 ya había indicadores preocupantes en la salud mental, como el aumento de casos de depresión, ansiedad, ataques de pánico, incertidumbre, violencia, situación que empeoró en la postpandemia. “Durante la Covid decíamos que habría dos pandemias: la del virus y la de la salud mental, que es la que estamos viviendo ahora”, afirmó el psicólogo clínico.
No se debe normalizar el suicidio
Ante esta problemática, el director del Centro Integral Mente en Equilibrio, Juan Vargas, exhortó a no normalizar el suicidio, y a facilitar las herramientas a las personas que están viviendo esta situación de salud mental.
“Debemos hablar del tema, pero siempre buscando soluciones a tiempo para evitar que esto llegue a un desenlace fatal”, dijo al puntualizar en el efecto negativo que tienen la sobreexposición de los casos de suicidios en los medios de comunicación.
Es importante cómo decimos las cosas, precisó al tiempo de recomendar el tratamiento noticioso con un enfoque preventivo; tratarlo de manera global, sin dar detalles, “porque hablar sobre el método puede motivar a las personas a buscarlo”. Vargas explicó que hay un efecto llamado aprendizaje vicario, que ocurre cuando se imitan ciertas conductas a través de la observación. Al mismo tiempo, al comunicar ciertas informaciones sin el debido respeto, las personas se desensibilizan, lo que hace que no busquemos la atención adecuada para manejar la situación, concluyó.