Más de 55 millones de personas en todo el mundo tienen demencia, y cada año hay casi 10 millones de casos nuevos, de acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud. La demencia es resultado de diversas enfermedades y lesiones que afectan el cerebro, pero el alzheimer es su causa más común, al representar entre 60 % y 80 % de los casos.
Para comprender cómo se presenta el alzhéimer y en qué podemos ayudar a nuestros seres queridos que sufren de este mal, el diario The Huffington Post entrevistó a Angelo Makri, un experto de Alzheimer’s Society, la organización más grande del Reino Unido en materia de demencia.
¿Cuáles son los síntomas del alzhéimer?
La demencia afecta a cada persona de manera diferente, afirmó Makri, al explicar las formas de reconocer la enfermedad. En la mayoría de los casos, los primeros signos comienzan con problemas de la memoria a corto plazo. En este caso, los síntomas como dificultades en el habla y la comunicación, o pérdida de orientación en el tiempo y el espacio pueden indicar la presencia de la enfermedad.
“Una persona también puede desarrollar problemas con sus capacidades de pensamiento y razonamiento, incluyendo mayor dificultad para planificar u organizar, o dificultad para concentrarse”, manifestó el experto.
Un afectado a menudo también puede presentar problemas con el pensamiento y el juicio lógico. Por ejemplo, los pacientes pueden tener dificultades para planificar, organizar o concentrarse en una acción o idea.
“En la demencia frontotemporal [en la que predominan las alteraciones comportamentales], es probable que primero se noten cambios en la personalidad y el comportamiento”, añadió Makri.
¿Cómo hablar con un afectado sobre la demencia?
También señaló que las personas afectadas a menudo descubren los signos de la enfermedad por su propia cuenta, pero a veces quienes las rodean son los primeros en notar los cambios.
En este caso, Makri aconsejó persuadir suavemente a la persona para que consulte un médico. “Existen muchas afecciones que causan síntomas similares a los de la demencia, incluidas deficiencias de vitaminas, problemas de tiroides, infecciones del tracto urinario e incluso factores como el estrés, la ansiedad y la falta de sueño”, explicó.
“Mencionar estos aspectos podría ser más útil que hablar solo sobre la demencia, lo cual puede causar angustia innecesaria”, dijo.