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Santo Domingo- Las acciones que realizamos al despertar son más significativas de lo que imaginamos. Una rutina matutina bien estructurada puede influir de manera positiva en nuestra salud física,mentalyemocional, promoviendo una vida más larga y saludable.
Según médicos, nutricionistas y especialistas en longevidad, establecer hábitos saludables desde la mañana puede regular funciones clave del cuerpo y mejorar nuestra calidad de vida.
Importancia de la rutina matutina para la longevidad
La forma en que comenzamos el día impacta directamente en los ritmos circadianos, los cuales regulan procesos esenciales como la producción de hormonas, el metabolismo y el ciclo de sueño-vigilia. Jeffrey Egler, médico ejecutivo y director médico de Next Health, destaca que prácticas matutinas consistentes pueden optimizar estas funciones, favoreciendo una salud integral.
El sistema nervioso también se beneficia de una rutina estable. Andrew Hogue, codirector ejecutivo de NEUROFIT, explicó a Real Simple que el cerebro actúa como un barco cuya dirección se establece desde la mañana. Si nos orientamos correctamente a través de hábitos saludables, es más fácil mantener el bienestar durante todo el día.
Hábitos recomendados por expertos
1. Hidratación inmediata
Uno de los primeros pasos para empezar bien el día es beber agua. Tras varias horas de sueño, el cuerpo despierta deshidratado. Según el doctor Egler, consumir un vaso de agua a primera hora mejora la digestión, activa el metabolismo y ayuda a eliminar toxinas acumuladas durante la noche.
La hidratación también repercute en el estado de ánimo. Hogue señala en su estudio que el equilibrio emocional puede mejorar hasta en un 26% con una adecuada ingesta de agua, pues incluso una ligera deshidratación puede afectar la concentración y generar confusión mental. Para facilitar este hábito, se recomienda dejar un vaso de agua junto a la cama antes de dormir.
2. Desayuno rico en nutrientes
El desayuno es considerado la comida más importante del día porque aporta energía y nutrientes esenciales. En uno de sus tantos libros, Federica Amati, nutricionista y científica médica, sugiere consumir alimentos ricos en proteínas, fibra y grasas saludables. Un ejemplo ideal incluye yogur natural, avena con frutos rojos, frutos secos y semillas.
Según explica en sus estudios la Dra. Amati, un desayuno equilibrado puede representar hasta el 20% de la ingesta calórica diaria, mejorando la calidad de la dieta y proporcionando energía sostenida a lo largo del día.
3. Estiramientos y actividad física
El movimiento físico al despertar ayuda a mejorar la circulación, aumentar la flexibilidad y regular el ritmo circadiano, especialmente si se realiza al aire libre con luz natural. La actividad no necesita ser intensa: estiramientos, yoga o una caminata rápida son suficientes para activar el cuerpo.
Dedicando de cinco a diez minutos a estos ejercicios antes del desayuno, es posible mejorar el bienestar físico y mental. Acciones simples como arquear la espalda, estirar las piernas o pasear por el vecindario pueden marcar una gran diferencia.
4. Activación del sistema nervioso
Para despertar completamente, no basta con abrir los ojos: es crucial activar el sistema nervioso. Andrew Hogue recomienda en su estudio realizar un ejercicio somático de tres minutos, como dar golpecitos suaves en el cuerpo con los puños cerrados. Esta técnica estimula el sistema nervioso, mejorando la resistencia al estrés y la salud celular.
Además, desarrollar la conciencia corporal permite identificar tensiones acumuladas y gestionar el estrés de manera proactiva. Este proceso, conocido como interocepción, reduce la ansiedad al reconocer los signos de tensión antes de que se intensifiquen.
5. Práctica de la atención plena
La atención plena es un ejercicio esencial para equilibrar la mente y las emociones. La doctora Amati sugiere integrar prácticas como la meditación, la respiración profunda o llevar un diario de gratitud. Estas técnicas fortalecen la claridad mental y protegen contra los efectos dañinos del estrés crónico.
No es necesario dedicar mucho tiempo a esta práctica; bastan unos minutos para obtener beneficios significativos. La clave es elegir una técnica que resulte agradable y fácil de mantener a largo plazo.
6. Establecer intenciones diarias
Antes de comenzar las actividades del día, establecer metas claras puede aumentar la concentración y la productividad. Egler señala en su estudio que tomar unos minutos para definir prioridades proporciona un sentido de propósito y dirección.
Este ejercicio puede realizarse mentalmente o escribirse en un cuaderno, según la preferencia personal. Anotar las intenciones puede ayudar a mantenerse enfocado y a completar las tareas más importantes del día.
7. Disfrutar del café matutino
El café no solo es un estimulante eficaz, sino también un aliado para la salud intestinal. Según la Dra. Amati, estudios recientes han identificado un microbio específico llamado Lawsonibacter, que prospera gracias a los compuestos bioactivos del café, incluso en su versión descafeinada.
Este hallazgo sugiere que el café aporta beneficios más allá de la cafeína, ayudando a mantener un microbioma intestinal saludable. Sin embargo, se recomienda equilibrar su consumo con una hidratación adecuada para maximizar sus efectos positivos.
Una rutina matutina bien estructurada es un pilar fundamental para la salud y la longevidad. Desde beber agua hasta practicar la atención plena y establecer intenciones diarias, cada acción contribuye al bienestar integral. Incorporar estos hábitos de manera constante puede mejorar significativamente la calidad de vida, ayudándonos a mantenernos saludables, activos y equilibrados durante más años.