Santiago. A medida que cambian los tiempos, cada vez es más común la integración laboral de la mujer en oficios que en el pasado solo eran ejercidos por los hombres.

Desde labores de vigilancia en empresas de seguridad, mecánicas, hasta el sector transporte, donde cientos de mujeres, una gran parte solteras con hijos, se dedican a ser conductoras de taxi o transportistas escolares.

Tan solo en la Confederación Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT), tienen afiliadas a 415 féminas, que laboran como profesionales del volante, tanto en transporte público como privado.

Una de estas es Dalinda Santana, presidenta de la Asociación de Transportistas Escolares del Cibao (Ceteci), quien tiene 17 años en el servicio de transporte escolar con pasión y entrega hacia los niños y adolescentes.

“Es difícil porque trabajamos también en casa, pero nosotras las mujeres tenemos mucho que dar. Me gustaría que se integren más porque somos confiables y tranquilas. Lo hago por mis hijos porque así los educo y convivo con ellos. Es pasión, más que trabajo”, manifestó.

Santana es el ejemplo de una líder en su área. Es representante de este sector en la zona sur de Santiago, gremio compuesto por 250 transportistas escolares, entre ellas 30 mujeres afiliadas.

Margarita Jiménez, que ofrece sus servicios en el distrito municipal Hato del Yaque, posee siete años trabajando motivada por sus dos vástagos, a quienes cría de manera independiente.

“Somos madres y por eso tenemos paciencia para lidiar con ellos. A las mujeres les exhorto a que sigan adelante y que nadie las limite”, expresó.

Desde las 6:00 de la mañana de lunes a viernes, dividido en varios horarios y rutas, ambas mujeres salen a la calle con una mentalidad positiva y con amor por lo que hacen.

Mujeres realizan varios oficios para ganarse la vida.

Fuentes de inspiración

Yazmin Cabrera y Elida Canario son dos féminas que desde amas de casa, banqueras y ahora vendedoras de fresa, dulces y chucherías; han decidido salir de su zona de confort y ubicarse en la calle España de esta ciudad en busca del sustento de su familia.

Los cinco hijos de Yazmín rondan entre los siete y 20 años, y aunque ella no pudo culminar con sus estudios de bachillerato, trabaja cada día para aumentar la calidad de vida de su familia y enseñarles el valor del trabajo.

“Yo lo que quiero es que vean lo que yo he pasado, no pude estudiar porque laboro desde los nueve años y no deseo que pasen trabajo como yo. Le digo a las mujeres que luchen por sus hijos, a veces no lo agradecen, pero todavía hay hijos buenos y eso depende de la educación que le estés dando”, aconsejó.

Posted in Panorama, Región Norte

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