Santiago. La Iglesia católica reclamó de las autoridades dominicanas jugar su rol en el problema social que representa el desorden causado por los choferes de las llamadas guaguas voladoras.La preocupación surge a raíz del accidente en que el chofer de un autobús de pasajeros de la ruta de Licey al Medio causó la muerte a un hombre y mantiene en estado crítico a un recién nacido, su madre y un pariente.
“Los choferes de las famosas voladoras deben comprender que no transitan por el aire, sino por la tierra, y que hay leyes y reglas que deben respetar, evitando así convertir las calles, carreteras y autopistas de nuestro país en escenarios permanentes de tragedias”, apunta el semanario Camino.
Indica que llegó la hora de comenzar a aplicar correctivos para detener esta barbarie de ver a tantas personas que pierden la vida o quedan mutiladas para siempre por culpa de un transporte anacrónico que nos aleja cada vez más de los indicadores de progreso.