Santiago. Abrazados entre sábanas, protegiéndose uno al otro y metidos en el baño, fueron encontrados los cuerpos de los niños que la noche del martes murieron calcinados por un incendio.El hecho se convirtió en una tragedia colectiva en la comunidad de Barrero de este municipio. Las víctimas son Johan Vargas Sosa, de cuatro años, y Ángel Vargas Sosa de nueve. Fueron colocados en mismo ataúd debido a las condiciones en que quedaron.
El hermano mayor, Leonardo Vargas Sosa, sufrió quemaduras leves y se encuentra fuera de peligro, informaron sus parientes.
En la casa de la abuela paterna donde fueron velados los cuerpos, mujeres, ancianos y niños lloraban la pérdida de los menores. Al momento de la tragedia, lospadres se encontraban en un colmado de su propiedad, distantes a unos 400 metros de su residencia.