Tamboril. Residentes en este municipio se quejan del desorden que impera en el parque Trina de Moya, el que dicen se ha convertido en sucursal de los bares en su entorno.
En las proximidades a este espacio público se ingieren bebidas alcohólicas, se fuma hookah y se generan ruidos por encima de los decibeles soportables, por lo que los residentes llaman a tomar medidas para el rescate de esta zona de esparcimiento.
Se quejan también de que muchos jóvenes usan las vías del entorno al parque para “calibrar” motocicletas, con lo que ponen en riesgo la integridad física de las personas, sobre todo de los niños que son llevados al lugar por sus padres.
Algunos de los que exponen sus quejas en las redes sociales, precisan que este desorden ocurre a escasos metros del ayuntamiento municipal y crea malestar en los creyentes que acuden a la parroquia que está frente al parque principal.
Las quejas
A pesar de que por el lugar pasan agentes policiales y del departamento anti ruidos, nada hacen para llevar paz a las familias que viven en la cercanía, ni para favorecer a los que acuden en busca de la sana diversión. “Es un caos el que forman los motores parados a ambos lados, no se puede pasar. Todas las personas paradas en medio del parque, parece un bar lleno de personas tomando alcohol, no se puede llevar a los niños a disfrutar porque con la multitud y el desorden se torna muy peligroso” expone un texto de Rafael Pérez en la red de Facebook al manifestar su queja sobre la situación.
Continúa su exposición con la exhortación a las autoridades para que tomen medidas con el parque Trina de Moya, ya que los sábados y domingos no se puede pasar por el frente del ayuntamiento.
La inquietud de Pérez es respaldada por Yudelka Hilario y Lina Reyes, quienes creen necesario que tomen acciones ante la situación.
Hay caos y desorden en las vías principales
Otras dificultades que afectan este municipio son la construcción de edificaciones y la instalación de negocios en sus vías principales, sin garantizar espacios para estacionamientos, lo que genera el caos en el tránsito. Además de permitir las paradas de motores en la misma intersección de las vías, lo que les convierte en un peligro para los conductores.