En tiempos de coronavirus, las redes sociales están que arden. Los contenidos que aluden de alguna manera a este nuevo virus que mantiene a medio mundo en aislamiento copan la mensajería de Whatsapp, los medios de comunicación, Twitter, Instagram, Facebook… En muchos casos son consejos y noticias fiables y útiles, pero también se está difundiendo información falsa, a veces camuflada de tal modo que parece auténtica. Una de las víctimas de los bulos ha sido la agencia de la ONU para la infancia, Unicef.
Durante las primeras semanas de marzo se han difundido unos textos en varios idiomas, sobre todo inglés y castellano. Se atribuyen a Unicef, incluyen su logo y aportan información que va desde el tamaño del virus, las superficies sobre las que sobrevive o las maneras de prevenirlo. Por ejemplo, que evitar el consumo de helados y otros alimentos fríos pueden ayudar a no contagiarse. O que debido al gran tamaño de las partículas del virus, cualquier mascarilla sirve para protegerse. Ambos son falsos y la agencia se ha apresurado a desmentir su autoría.
“A los creadores de tales falsedades, les ofrecemos un mensaje simple: STOP. Compartir información inexacta e intentar dotarla de autoridad mediante la apropiación indebida de los nombres de aquellos que tienen una posición de confianza es peligroso e incorrecto”, ha declarado en un comunicado la directora ejecutiva adjunta de alianzas, Charlotte Petri Gornitzka. Además, las oficinas regionales de países como Líbano, Kenia, India, Camboya, Cuba, Venezuela o Filipinas, por citar algunos, también han publicado desmentidos.
“Insistimos en la necesidad de seguir fuentes oficiales y cuidar muy bien lo que compartimos por Whatsapp”, ha solicitado, por su parte, Javier Martos, director ejecutivo de Unicef Comité Español. Martos también ha explicado en un mensaje de audio enviado a la prensa que en España están introduciendo una estrategia en redes sociales y todas sus fórmulas de comunicación para informar a los padres y a los jóvenes de las posibilidades de sacar el máximo partido a las plataformas digitales, dado que ahora mismo hay 9,5 millones de alumnos que no pueden ir al colegio.
Estas herramientas también disponen de recomendaciones vinculadas a la salud y la educación para gestionar el estrés de vivir una situación de cuarentena o para explicar a los más pequeños qué es una epidemia. Igualmente, ha solicitado que se tenga la “suficiente responsabilidad cívica de permanecer en los hogares y cuidar a nuestros niños y mayores”.