Pocas iniciativas en el país han logrado el apoyo público que ha concitado el proyecto de ley de partidos políticos. La respaldan todas las agrupaciones partidarias, la impulsa la sociedad civil, los empresarios la motivan y la Junta Central Electoral también ha lanzado una cruzada para su aprobación.
¿Por qué no ha sido posible tras 16 años de discusión, debate, estudio y todo tipo de propuestas? Además esa iniciativa ha sido vendida como la panacea a los males del sistema de partidos políticos y al electoral, que se dice están en crisis. Los principales problemas que se supone resolvería esa iniciativa son la falta de democracia interna que hay en los partidos, el tiempo y alto costo de las campañas electorales y la inequidad en la competencia.
El meollo del asunto es que los intereses de cada sector son distintos. El partido en el gobierno, en este caso, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), dista de lo que quiere la oposición, encabezada por el Partido Revolucionario Moderno (PRM). Al mismo tiempo los intereses de los partidos minoritarios chocan con los de los mayoritarios. Y la sociedad civil y los empresarios, tienen otro discurso, que coincide con la oposición, pero choca con el partido oficial.
Incluso, dentro del propio partido de gobierno hay contradicción sobre algunos puntos como el voto preferencial y las primarias simultáneas, mientras el sector del presidente Danilo Medina apoya ambos sistemas, el sector de Fernández no parece convencido de que tomar esas medidas sea el camino correcto.
Las primarias simultáneas ya fueron declaradas inconstitucionales por la Suprema Corte de Justicia (SCJ) en el 2002 por un recurso que representó como abogado el actual presidente de la JCE, Julio César Castaños Guzmán, contra la ley de primarias que aprobó el Congreso.
El sector del PLD defiende primarias en los partidos en las fechas en que decida cada organización, como Franklin Almeyda, atribuye la “haraganería de los partidos” querer dejar en manos de la JCE esa responsabilidad. Por demás señala que el PLD no presenta problemas con el tema del padrón y que ahora tiene una propuesta para hacer las revisiones que necesita.
Históricamente, el PLD ha realizado sus convenciones internas sin inconvenientes, pero no ha ocurrido lo mismo con los partidos de la oposición, que de hecho ha sido la fuente de división del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y ahora en su versión de PRM, no se conoce la cantidad de su padrón de inscritos. También en el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) durante las convenciones del 2004 y el 2008 hubo denuncias de irregularidades que dividieron la organización.
En cuanto al voto preferencial, ha sido rechazado por las autoridades de los principales partidos, la Finjus y la JCE, pero los legisladores lo han aprobado. De hecho los partidos han pedido que se suprima el voto para las elecciones del 2020 y en su defecto para el nivel municipal.
Ninguna de esas propuestas está contenida en el proyecto que elaboró la Junta con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y que reintrodujo recientemente en el Congreso. El presidente de la JCE dijo que está en disposición de participar en un diálogo entre los partidos siempre que lo soliciten todas las organizaciones.
24 de 26 partidos piden diálogo
En la actual coyuntura, 24 de 26 partidos que tiene el sistema se oponen a que la discusión sobre la ley de partidos se dé en el Congreso, incluidos los que van aliados al PLD. El único aliado que apoya al PLD en esta postura es el PRD.
El Senado conformó una Comisión Bicameral Especial para consensuar la iniciativa y figura en la agenda priorizada del Congreso para la actual legislatura. La comisión está conformada por legisladores de todos los partidos.
Para el 20 de abril el Congreso convocó una vista pública a todos los interesados en opinar sobre la ley de partidos y ley orgánica del régimen electoral. El expresidente Hipólito Mejía prometió fijar su posición sobre el tema en una carta pública, pero su partido pidió consenso.
En tanto, el PLD acusa a la oposición de que no le interesa la ley de partidos y la oposición acusa al PLD de que quiere imponer la ley “con mayoría mecánica” para hacerse “un traje a la medida”. La sociedad civil dice que no hay voluntad política para aprobar el proyecto que lleva más de 16 años en discusión.
El diálogo con Agripino es escenario para presión
En esta nueva etapa de la discusión del proyecto de ley de partidos, el lugar para consensuar la pieza, es el centro de la discusión. La oposición quiere un diálogo entre partidos con la mediación de monseñor Agripino Núñez Collado y la JCE, pero el PLD dice que se debe dar en el Congreso y que lo contrario sería violatorio de la Constitución. Tanto el PLD como la oposición se contradicen con esa postura; la oposición porque rompió el diálogo el pasado año para presionar la composición de la JCE y el PLD porque fue esa organización y el propio presidente Danilo Medina, quienes encargaron a Núñez Collado un diálogo para consensuar la pieza, por lo que alegar violación constitucional ahora es una contradicción. El diálogo que se hizo el año pasado, fue utilizado por la oposición para presionar al PLD por la composición de la JCE. Probablemente, el PLD quiere evitar que se repita lo mismo para conformar otros organismos del Estado como el Tribunal Superior Electoral ante la amenaza de la oposición de que el consenso para la ley de partidos está sujeto a que se escojan jueces electorales que cuenten con su visto bueno.