La crisis que vive ahora el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) no es más que una reedición de las dificultades que ha afrontado el reformismo en 20 años. En las últimas dos décadas el PRSC ha estado lejos de ser la organización exitosa que fundó y condujo Joaquín Balaguer y que dominó el escenario político desde la caída de la dictadura de Trujillo hasta mediados de la década del noventa, es decir, 30 años.
En ese tiempo fue la principal fuerza política del país y todavía conserva el récord de ser el partido que más ha gobernado en la era democrática y por ende el más ganador de elecciones, con cinco elecciones ganadas y 22 años de gobierno.
En 20 años de crisis en crisis desde el 1996, el PRSC se ha reducido a un 5% en votación; su militancia se ha ido a otras organizaciones, especialmente al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), otros dirigentes han salido luego de largas batallas dentro de la organización como son los casos de Eduardo Estrella y Amable Aristy Castro, que tienen sus propios partidos y actualmente los que quedan enfrentan una nueva crisis.
Igualmente, el PRSC pasó de ser un partido con opción de poder a aliado circunstancial del PLD, el Partido revolucionario Dominicano (PRD) y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y las autoridades que lo han dirigido siempre dicen que es una decisión del presidente de turno, primero Leonel Fernández y ahora Danilo Medina.
En la actual coyuntura de crisis, hay tres grupos del reformismo enfrentados. Dentro el sector del presidente de la organización, Federico (Quique) Antún Batlle tiene guerra declarada con el presidente en funciones Víctor (Ito) Bisonó, José (Josecito) Hazim, José Enrique Sued, Benny Metz, Luis José González Sánchez, entre otros.
El grupo quitó por un año a Antún de la Presidencia y no lo reconoce como presidente del partido rojo. Entre las figuras más relevantes que permanecen al lado de Antún están Máximo Castro Silverio, Sergio Cedeño y Eddy Alcántara.
Pero un grueso de dirigentes simbólicos del reformismo está fuera de la organización, expulsados por la actual dirección por su decisión de respaldar a Danilo Medina y al PLD en las pasadas elecciones.
Se trata de Joaquín Ricardo, Marino Berigüete, los hermanos César y Jorge Dargam, Miguel Andrés Berroa, María Rosa Belliard, Modesto Guzmán, Alexandra Izquierdo, Marino Collante, Johnny Jones, Modesto Guzmán, Héctor Marte, entre otros.
Los tres grupos enfrentados luchan por el control de la organización y las proyecciones es que este año las confrontaciones se agudicen porque en enero del 2018 termina el periodo de Antún, por lo que habrá que hacer una asamblea para elegir las nuevas autoridades.
Declive comenzó en el 1996
El 1996 es el momento en que el reformismo deja de ser protagonista de las batallas electorales para convertirse en aliado de otra organización y desde entonces no pudo volver a conquistar su espacio electoral.
En las elecciones de ese año, con Jaciento Peynado como candidato presidencial el PRSC quedó en tercer lugar de las votaciones con un 15% de los votos. En el 2000, con el caudillo Balaguer como candidato presidencial, el PRSC volvió a quedar en tercer lugar, pero su votación fue más alta que en las elecciones anteriores al lograr el 24% de los votos.
Con la muerte de su líder en el 2002, el reformista cayó en una crisis de la que nunca se ha podido recuperar. En las elecciones presidenciales del 2004, el PRSC se dividió en una pugna que libraron Eduardo Estrella y Amable Aristy Castro por la candidatura presidencial. Para esas elecciones un grupo de notables dirigentes entre los que sobresalen Jacinto Peynado y Carlos Morales Troncoso (ambos fallecidos) prefirió apoyar la candidatura de Leonel Fernández y el PLD. Estrella y el PLD solo lograron el 8% de los votos.
En el 2008, el PRSC volvió a dividirse en una batalla por la candidatura y en esa ocasión la candidatura recayó en Aristy Castro y el PRSC bajó a un 4% su votación.
¿Y el futuro?
Lo que los reformistas dicen es que desean que la organización conquiste de nuevo los espacios que ha perdido en el electorado, pero el cómo logrará ese anhelo parece lejos de la realidad que vive la organización. Para ello el presidente en funciones del PRSC y diputado, Ito Bisonó, dice que es necesario que se cambien las caras que llevan 20 años en la organización para dar paso a personas nuevas que puedan revitalizar la organización.
Bisonó también apuesta a que el PRSC lleve candidaturas propias en futuras elecciones, en especial en el nivel presidencial, dado que en los últimos dos procesos electorales ha participado aliado. Según Bisonó, los dirigentes con más de 20 años controlando la organización han utilizado la organización para beneficio personal en detrimento del crecimiento del partido rojo. Es por eso que dice que es necesario cambiar las autoridades.
Rogelio Genao ha salido ileso de la pugna colorá
El secretario general del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) es el único que ha salido ileso en el pleito interno del PRSC. Se maneja desde el punto de vista institucional y ha estado al lado de Antún Batlle en la guerra que le declaró el sector de Ito. Pero tampoco ha tenido conflicto con el sector disidente dentro del PRSC. Recientemente estuvo distribuyendo canastas de alimentos al lado de quienes fueron íntimos colaboradores de Balaguer, como Aníbal Páez y Rafael Bello Andino, con motivo de las Navidades. Pero igual, Genao no ha tenido enfrentamientos con el grupo que fue expulsado del PRSC, y que hasta ahora han enfilado los cañones contra Quique Antún. Genao logró la secretaría general del PRSC en el 2014 tras una jugada política de la que salió victorioso.