Un nuevo informe conjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que solo si se aplana la curva de contagio de la pandemia por COVID-19 se podrán reactivar las economías de la región.
Según el estudio titulado “Salud y economía: una convergencia necesaria para enfrentar el COVID-19 y retomar la senda hacia el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe”, la región se ha convertido en el epicentro actual de la pandemia, encabezando las estadísticas mundiales de casos, con más de 4.5 millones de infecciones y casi 190 mil muertes registradas al 29 de julio.
Ambos organismos advierten que si no se toman medidas urgentes, la pandemia podría degenerar en una crisis alimentaria y humanitaria.
Testeo, seguimiento de contactos y medidas de salud pública, como cuarentenas o de distanciamiento social, y el fortalecimiento de los sistemas de salud, con un enfoque en la atención primaria son algunas de las propuestas de la CEPAL y la OPS, que insisten en que todo esto debería ir acompañado de políticas de Ingreso Básico de Emergencia (IBE), la entrega de bonos contra el hambre y protección al sector productivo, que faciliten la obediencia de las medidas por parte de la población más vulnerable.
De acuerdo con el informe dado a conocer ayer en una conferencia de prensa conjunta encabezada por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL y Carissa F. Etienne, directora de la OPS, los altos grados de desigualdad acompañados por elevados niveles pobreza, informalidad, desprotección social y limitado acceso a salud oportuna y de calidad, explican los altos costos sociales que la pandemia está teniendo en la región.
“No hay reactivación posible sin un plan claro tendiente a evitar el repunte de los contagios”, destacan. Etienne dijo que para superar la crisis se requiere de sistemas de salud sólidos y bien financiados con una inversión de al menos el 6% del PIB en el sector público.