Las destituciones de las últimas dos titulares del Ministerio de la Juventud, Kimberly Taveras y Luz del Alba Jiménez Ramírez, en menos de un año, han profundizado la crisis por la que atraviesa esta institución, levantando voces que promueven su eliminación o fusión con otros organismos de la Administración pública del Estado.
Frente a esta situación, los ganadores de Premio Nacional de Juventud, Libio Encarnación y Rayvelis Roa Rodríguez, coinciden en que se ha desvirtuado la razón de ser de este ministerio y que se debería abrir un espacio de participación para escuchar a los jóvenes que tienen propuestas para transformar el ente estatal.
“Ahora que se habla de suprimir este ministerio, nosotros queremos invitar a que, en lugar de suprimir, generemos un debate más amplio sobre las necesidades de la juventud. Aquí no hay un diagnóstico nacional de la juventud que ayude a determinar cuáles son las problemáticas reales de los jóvenes”, expresó Encarnación en una entrevista con elCaribe.
Sostiene que en la Ley General de Juventud se establecen muchas razones por las cuales esa instancia es importante en la sociedad. Sin embargo, entiende que no se ha estado ejecutado lo que dicta la normativa. “Y a consecuencia de ello, tenemos una serie de flagelos sociales que no se han atendido”, consideró el Premio Nacional de la Juventud 2003 y asesor-consultor en comunicación política y de gobierno.
Citó que los indicadores de embarazos a temprana edad, el nivel de desempleo y los “ni-ni” serían menores si el aporte de este ministerio fuera más profundo y efectivo. “Ojalá Presidencia se anime a abrir un debate, un foro de juventud, en el que, actores desinteresados como nosotros, podamos ir y aportar ideas que puedan ayudar a redefinir el Ministerio de la Juventud y que sea para beneficio del país, porque lo necesitamos”, agregó.
De su lado, Rayvelis Roa Rodríguez, reconocida en el 2004 en el área de aportes a la salud por sus trabajos comunitarios, dijo que es tiempo de revisar y articular nuevas políticas que favorezcan a la juventud. “Existen evidencias, lecciones aprendidas; nos hace falta articulación, una visión más clara y un diagnóstico actualizado”, dijo. Cree que darles más participación a los ganadores de Premio Nacional de la Juventud puede contribuir en la búsqueda de una salida a la actual problemática del ministerio.
“Si tú reconociste a todos estos jóvenes que ya tienen una trayectoria, que ya tienen una experiencia, y tú mismo identificaste que han hecho aportes, creo que pueden ser muy valiosos”, consideró.
Institución debilitada frente a la ciudadanía
Entienden que cuando surgen estas crisis, como la que atraviesa el Ministerio de la Juventud, es porque políticos y estructuras partidarias no han sido capaces de sintonizar con la sociedad que está más empoderada. “Tristemente, muchas de las instituciones están debilitadas en lo relativo a su relación con los ciudadanos. Esa relación deslegitima el rol de las instituciones y hacen que los cuidadanos no interactúen con ella como deberían”, apuntaron.