Santo Domingo. – Participación Ciudadana considera que, aunque el país ha avanzado en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) publicado por Transparencia Internacional, todavía no hay mucho que celebrar. Para que sigamos aumentando la confianza es necesario enviar mensajes muy claros de que estos avances no son vulnerables, sino que se asientan en instituciones públicas transparentes y honestas, mayor control del gasto público, acciones rápidas contra los funcionarios que se involucren en faltas éticas y, sobre todo, que la justicia actúe con presteza y eficacia contra todos aquellos a quienes se le demuestre actos de corrupción.
A pesar de que la mayoría de los países han avanzado poco o nada en la lucha contra la corrupción en el sector público en más de una década, la República Dominicana avanzó ligeramente, al alcanzar 36 puntos y ocupar el puesto 104, la puntuación más alta desde que está participando en el IPC, mientras en el 2020 había obtenido la más baja, con 28 puntos y el puesto 136.
Este año el IPC hace énfasis en los riesgos de corrupción ante la crisis climática. De acuerdo con el Mapeo del flujo de las finanzas para proyectos de cambio climático, desarrollado por el Proyecto de Gobernanza e Integridad Climática Financiera, auspiciado por Transparencia Internacional y Waverley Street Foundation, en el que Participación Ciudadana representa a nuestro país, la República Dominicana ha recibido financiamiento para cambio climático por más de 22,000 millones de pesos de fondos internacionales entre 2014 y 2023.
Estos recursos están destinados a proyectos que buscan reducir la vulnerabilidad ante el cambio climático, fomentar un desarrollo sostenible y representan una oportunidad crucial para combatir los efectos de este fenómeno que afecta directamente a las comunidades más vulnerables.
República Dominicana con relación a América Latina y el mundo
En su informe, Transparencia Internacional afirma que “en la última década, 24 países han mejorado significativamente sus puntuaciones en el índice y ahora se consideran menos corruptos que en 2015. Entre los que lograron avances significativos en su capacidad para controlar la corrupción en el sector público son Costa de Marfil (45), República Dominicana (36), Kosovo (44), Kuwait (46), Maldivas (38), Moldavia (43) y Zambia (39).”
Sin embargo, TI destaca que más de 120 países cubiertos por el IPC, o más de dos tercios de la muestra, todavía obtienen una puntuación por debajo del punto medio de la escala (50 sobre 100). El promedio mundial del IPC es de 43 y más de la mitad de los países (56%) se sitúan por debajo de él.
En Las Américas, con 32 países en la muestra, República Dominicana ocupa la posición 15, por encima de Brasil, Panamá, Ecuador, Perú, El Salvador, Bolivia, México, Guatemala, Paraguay, Honduras, Haití Nicaragua y Venezuela, en ese mismo orden. El promedio de la región es de 42 puntos, el mundial es 43.
Por séptimo año consecutivo, Dinamarca obtiene la puntuación más alta en el índice (90) y le siguen de cerca Finlandia (88) y Singapur (84). Mientras tanto, más de una cuarta parte de los países de la muestra (47 de 180) obtuvieron su puntuación más baja hasta ahora en el índice, entre los que se destacan: Suiza (81), Alemania (75), Austria (67), Francia (67), Estados Unidos (65) Cuba (41), Hungría (41), Brasil (34).
¿Cómo se obtiene el IPC?
El IPC puntúa a 180 países y territorios de todo el mundo en función de las percepciones de la corrupción en el sector público. Las puntuaciones reflejan las opiniones de los expertos y las encuestas de los empresarios, no del público. Los capítulos nacionales no intervienen en la elaboración del IPC.
El IPC se calcula utilizando datos de 13 fuentes externas, entre ellas el Banco Mundial, el Foro Económico Mundial, empresas privadas de riesgo y consultoría, grupos de expertos y otros.
El IPC utiliza una escala de 0 a 100; 100 es muy limpio y 0 es muy corrupto.