Los cambios que se están produciendo en todo el mundo tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos es objeto de análisis por especialistas de distintas áreas, sobre todo porque de cumplirse la agenda de gobierno del presidente Trump, habrá cambios políticos y económicos en todo el mundo. El ministro de Economía de Argentina, exsecretario ejecutivo de la Cepal y catedrático, el economista José Luis Machinea, explica los cambios que está experimentando el mundo, en especial en América Latina con énfasis en el éxito y caída de los gobiernos progresistas de la región.
¿Por qué a pesar de que los gobiernos progresistas en América Latina han reducido la pobreza, la mayoría han salido del poder?
En toda América Latina lo que ha habido es un fuerte crecimiento, una mejor distribución del ingreso y una reducción de la pobreza y eso alcanza a distintos tipos de gobierno. Para entender lo que ocurrió a partir del 2012, hay que entender una de las razones de lo que pasó hasta el 2012 y fue que los precios de exportación de América Latina fueron extraordinarios y eso permitió que en varios países el gasto público se incrementara en más gasto social, directo y en infraestructura. Fue un fenómeno que acompañó toda la región, pero en algunos países fue excepcionalmente grande. Luego los precios de exportación cayeron, por ejemplo, el petróleo que llegó a costar 150 dólares, llegó a valer 30 dólares. Significa que los recursos con que contaban los Estados desaparecieron, así que si tuviera que identificar un factor que afecta a los gobiernos de América Latina, me parece que es el factor que explica la crisis y afectó los gobiernos que se terminaron yendo.
¿Pero la desigualdad sigue siendo un problema en América Latina?
Sigue teniendo niveles de desigualdad enormes, pero si lo comparas con el 2002, que alcanzó un máximo de pobreza y 220 millones de personas en América Latina vivían en la pobreza y eso bajó a 160 millones de personas, sigue siendo una enormidad, pero bajó.
¿La democracia representativa está en crisis?
Sí, cuando uno mira lo que está pasando no solo en América Latina sino también en el norte de América y Europa. Sigo creyendo que es el mejor modelo que conozco, pero eso no quiere decir que no esté en crisis. Esto se debe a factores de índole global y otros de carácter local. Una de esas razones es la globalización en sí, que mejoró el ingreso a nivel mundial porque los países que más crecieron fueron los más pobres, y el otro aspecto es el campo tecnológico que ahora está más cerrado a usar mano de obra, pues cada vez hay más robots. Un tercer factor es local, pues hubo países que les fue mejor con la globalización ya que hicieron políticas para combatir los efectos negativos de la globalización con la migración, el entrenamiento laboral, asistencia a los desempleados, pero los países que no hicieron ese tipo de políticas les generó crisis a esas democracias.
¿Llegó el fin de la globalización?
Puede ser. Creo que si uno mira lo que pasó en Estados Unidos, lo ocurrido en el Reino Unido, es el inicio, no sería la primera vez porque la globalización ya la tuvimos y terminó por el 1930, y esa no globalización duró 20 años, hasta que nuevamente el mundo se empezó a abrir. Creo que los costos serían mayores que los beneficios a nivel global.
¿Estos cambios podrían dar paso al fenómeno de la antipolítica?
Uno de los problemas de la región es que tenemos que sincerarnos y uno a veces hasta dice que son todos populistas, neoliberales. Debemos parar por un rato, en decir, quién es populista y quiénes neoliberales y concentrarnos en qué es lo que debemos hacer. Veo ese riesgo, pero espero que eso no pase y estoy convencido de que no sucederá en algunos países que tienen democracias bastante maduras como Chile, pero eso no quiere decir que no tengan problemas. Yo espero que no, pero ese riesgo existe y exige que todos, en principio, tengamos un diálogo más abierto y dejemos de usar etiquetas a las personas y discutir para ponernos de acuerdo en qué debemos hacer.
¿Cuál debe ser la respuesta de América Latina ante esta nueva realidad?
Lo primero es que debemos decir es que todos somos mexicanos, creo que sería una muestra de solidaridad. Hoy, como está planteado esto, Trump está muy centrado en México y el mercado seguirá abierto en otros países de Centroamérica, y por eso digo que debemos ser solidarios, pero me da la sensación de que esto no es general. Además Trump, que dice voy a aumentar la deuda pública, voy a financiar, entonces los países que dependen más de las importaciones de Estados Unidos no les irá tan mal, y los que dependen de Estados Unidos en términos financieros, les va a ir poco peor. En términos geopolíticos, a Centroamérica le va ir relativamente mejor que a países que dependen del financiamiento.
Donald Trump
Trump va a llegar a menos de lo que él ha dicho y aspira, porque el mundo no lo acompaña en eso, especialmente los países líderes”.
Los retos
Él tiene que ponerse de acuerdo de cómo vamos a ser globales, si no la situación va a empeorar en las democracias representativas y todo el mundo”.