El joven estadounidense Joshua Steven Riibe, quien está siendo investigado por su vinculación con la desaparición de Sudiksha Konanki, ha hablado abiertamente sobre su situación en el resort donde se encuentra. En su declaración, Riibe explicó que su día a día se ve marcado por la presencia constante de la policía, que lo sigue en todo momento.
Riibe narró cómo, el pasado domingo, después de desayunar, fue recibido por la policía en su habitación, que se mostró molesta por no haberles avisado previamente. Además, describió cómo incluso cuando se dirigía a comer, la policía se sentaba en su mesa.
Según Riibe, la situación se complicó cuando intentó dirigirse a la embajada para una reunión programada.
Su padre notificó a las autoridades, pero al momento de su salida del resort, la policía reaccionó de forma alarmada, lo que obligó a Riibe y su familia a esperar en el vestíbulo hasta que la policía turística pudiera escoltarlos.
Restricciones de movimiento y la incertidumbre de Joshua Riibe
Uno de los principales puntos que Riibe destacó fue que, debido a la vigilancia constante, no puede desplazarse libremente.
Mencionó que solo tiene un medio de comunicación para mantenerse en contacto con las autoridades, lo que le obliga a permanecer en su habitación cada vez que se le requiere.
Este control sobre su movimiento ha hecho que Riibe se sienta atrapado, sin la posibilidad de ir a ningún sitio, lo que incrementa su frustración.
El joven también reveló lo difícil que ha sido estar lejos de su familia y amigos. “Tengo muchas ganas de estar en casa, abrazar a mi familia y amigos”, declaró, subrayando el deseo de regresar a su hogar mientras entiende la necesidad de cooperar con la investigación en curso.
El testimonio de los padres de Sudiksha Konanki
Un momento significativo que Riibe compartió fue cuando los padres de Sudiksha Konanki se despidieron de él. A pesar de las circunstancias difíciles, los padres de la turista desaparecida se acercaron a Riibe, agradeciéndole por su ayuda en un primer momento, antes de que se desatara la investigación.
Este gesto de agradecimiento, según Riibe, le brindó un respiro en medio de la tensión, aunque, al final del día, su mayor deseo sigue siendo regresar a su casa.
El joven insistió en que, a pesar de haber cooperado con las autoridades y estar dispuesto a colaborar, lo único que anhela es poder estar en su hogar, lejos de la vigilancia constante, y con la posibilidad de retomar su vida normal.