En los últimos cuatro años, el llamado de atención para intervención del vecino país ha sido insistente

Por cuarta ocasión, desde que es presidente de la República, Luis Abinader comparecerá mañana ante la plenaria de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para, desde ese escenario, plantear las preocupaciones de la República Dominicana en los temas de interés mundial y del territorio dominicano..

Aunque son muchos los temas por abordar por el país en la Semana de Alto Nivel de la ONU, como el cambio climático, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las crisis y las guerras en el mundo, así como el financiamiento a los países de renta media, la situación de inestabilidad política, social y económica de Haití, es el que en todas las ocasiones anteriores se ha enfocado el presidente Abinader.

Por la preocupación de que la situación del vecino país repercuta en la República Dominicana, es que en las tres veces que Luis Abinader se ha pronunciado ante la Asamblea General de la ONU para que desde la comunidad internacional se enfrente la crisis haitiana a la que, aun con el envío de un primer grupo de policías kenianos para controlar a las pandillas y la escogencia del Consejo Presidencial de Transición, no se le ve fin.

El primer discurso

A pocos meses de haberse instalado este gobierno, al presidente Luis Abinader le tocó pronunciar un discurso en 2020 de manera virtual ante la asamblea de la ONU por la pandemia de la covid-19 y, aunque de forma directa no se tocó el tema haitiano, se pidió la intervención de las potencias para las naciones más vulnerables de la región, dentro de las que se encuentra Haití.

En 2020 fue un discurso breve desde el Palacio Nacional, en el que además del tema de financiamiento, la preocupación era cómo enfrentar la crisis sanitaria generada por la pandemia.

En 2021 inició el grito por atención para Haití

Ya para la plenaria de septiembre de 2021 todo fue más claro. El que fuera presidente de Haití, Jovenel Moïse, había sido asesinado meses antes y la violencia, la inseguridad, así como la crisis política y social en el vecino país eran la realidad que desbordaba ante los ojos del mundo. Ante ese escenario, el presidente Abinader apeló -en la 76 Asamblea General de la ONU-, a la colaboración de los grandes países para que asumieran con urgencia la situación de la vecina nación y dejó claro que no habría ni habrá “una solución dominicana a la crisis de Haití”.

En 2021, el mandatario dominicano dijo en el cónclave que la comunidad internacional no debía, ni podía, abandonar al pueblo haitiano, considerando que los niveles de inseguridad estaban llevando a ese pueblo a la “autodestrucción”.

Para 2021, Abinader alertó que ante la división que existía entre el liderazgo haitiano y la presencia de bandas criminales que, a la fecha, controlan parte del territorio, los haitianos por sí solos no iban a pacificar su país y mucho menos garantizar las condiciones para establecer un mínimo de orden. Planteaba, en primer término, que se buscara la seguridad de Haití para que luego se realizaran unas elecciones libres, justas y confiables, lo cual no ha podido lograrse hasta ahora.

2022: “Situación desesperante”

En 2022, nada había cambiado y el presidente Luis Abinader tenía previsto llevar nuevamente el tema a la ONU de manera personal, pero por los estragos que causó en el país el huracán Fiona no pudo acudir a la Asamblea General de la ONU número 77 y envió al canciller dominicano, Roberto Álvarez, en su representación.

En 2022, el canciller, en nombre de República Dominicana, llevó la siguiente pregunta a la plenaria: “¿Cuál ha sido una catástrofe mayor para el pueblo haitiano, el terremoto de 2010 que devastó a Puerto Príncipe y que causó la muerte de 220,000 personas, incluidos a 102 funcionarios de las Naciones Unidas, o la situación actual, que puede definirse como un conflicto de baja intensidad?”.

Con esa interrogante, Roberto Álvarez inició la descripción de lo que en ese momento consideró la situación “más desesperante para el pueblo haitiano” a pesar del horrible sufrimiento causado por el terremoto y por la que dijo, se hacía necesaria una rápida intervención.

“Ante la inhabilidad de las autoridades de establecer el orden y garantizar la seguridad ciudadana, la resiliente población haitiana se siente abandonada a su propia suerte, por el miedo que paraliza a una gran parte de la población. La violencia ha creado una profunda fragmentación social, que no permite la más elemental cohesión. Por su parte, los haitianos esperan con desesperanza la tardada ayuda de la comunidad internacional. Como dijo el presidente Abinader el pasado año frente a este auditorio ‘Haití no puede esperar más’”, manifestó el ministro de Relaciones Exteriores dominicano en 2022.

La crisis en Haití se agudizó desde el magnicidio al presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021, cuando la violencia, el caos y las bandas armadas se apoderaron de las calles.

2023: urgió despliegue de fuerza multinacional, aprobada en octubre

En septiembre de 2023, Abinader retomó su participación ante la plenaria de la ONU, compuesta por más de 193 Estados miembros. Aunque hizo mención a algunos temas de la agenda mundial, Haití fue el centro de su discurso, pero esta vez ante una de las crisis más tensas de los últimos tiempos con la vecina nación que había llevado a la República Dominicana a cerrar por aire, mar y tierra las fronteras con el vecino país.

Tras explicar ante la ONU el origen de la crisis, que era la construcción ilegal del canal sobre el transfronterizo río Masacre o río Dajabón, Abinader reiteró que sin lugar a duda, el problema de Haití ya no estaba en Haití, sino en manos de la comunidad internacional. Urgió al Consejo de Seguridad la autorización urgente de la misión de seguridad respaldada por la ONU, que luego, en octubre, fue aprobada.

Tras la aprobación del despliegue de la misión por parte de la ONU, en octubre de 2023, en junio de este 2024, llegaron los primeros 400 policías desde Kenia a Puerto Príncipe, Haití, para hacer frente a la violencia en el país ocasionada por las bandas armadas. De hecho, la semana pasada, en una visita al vecino país del presidente de Kenia, William Ruto, este anunció el envío de otros 600 soldados más entre octubre y noviembre de este año.

El año pasado en la ONU, Luis Abinader dejó claro que la República Dominicana, durante siglos de convivencia, muchas veces difícil, ha dado muestras evidentes de incansable solidaridad con Haití, pero indicó que el proceso de pacificación en Haití debe asumirse junto a un pacto social y político.

Por ello, en ese momento, solicitó al secretario general de la ONU redoblar sus esfuerzos para que se lograse el despliegue inmediato de la fuerza multinacional en Haití, que un mes después fue aprobado.

Financiamiento a países: otro de los pedidos

En sus intervenciones ante la plenaria de la Asamblea General de la Organización de las Nacines Unidas, Luis Abinader también se ha enfocado en llamar la atención de los grandes países para que estos colaboren con el financiamiento de los países de renta media en condiciones favorables para poder enfrentar los retos que plantea el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 2015-2030). El presidente Luis Abinader ha establecido desde ese escenario, que la falta de acceso a recursos adecuados fue, justamente, una de las razones por las que la mayoría de los países no lograron cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM 2000-2015).

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