Un año y cinco meses han transcurrido desde la desaparición del joven Erick Cordero Guzmán de 24 años, licenciado en contabilidad y emprendedor en el área de los préstamos. Su madre, Ana Luisa Guzmán, habla sobre el caso con un nudo en la garganta que le entrecorta las palabras. La impotencia contenida le hace dejar salir lágrimas pesadas.
El 17 de agosto del 2021, Erick salió de su hogar ubicado en Buenos Aires de Herrera, con rumbo desconocido. Hasta la fecha, las autoridades no han dado pistas sobre su paradero.
Al otro día de la desaparición de Cordero Guzmán, su vehículo, un Kia Sportage 2014, fue encontrado calcinado en el batey Palavé, en Manoguayabo, sin que sus familiares obtuvieran respuesta por esto.
Ana Luisa narra cómo ella misma hizo gestiones para obtener los videos de las cámaras de seguridad que registran el trayecto recorrido por Erick el día de su desaparición, pero un “punto ciego”, como le llama la Policía Nacional, no ha permitido dar con el paradero del joven.
Aún con el alegato del punto ciego, ha llamado la atención de la familia que teniendo las autoridades en sus manos, la computadora, celular y reloj inteligente del joven, no hayan podido dar con alguna pista clave. “Él es muy organizado, en su computadora deben haber datos importantes”, expone su madre, convencida de que alguno de los deudores de su hijo tuvo algo que ver con su desaparición.
En conversación en “Casos Sin Resolver” de Despierta con CDN, recordó que el día anterior a la desaparición de su hijo, este sostuvo una acalorada discusión telefónica con una persona, de la que solo pudo escuchar un “yo no cojo esa”, proliferado hacia Erick.
Policía diceque sigue investigando
Diecisiete meses que se sienten como una eternidad para Ana Luisa, no han sido suficientes para tener avances significativos en la investigación de esta desaparición que se mantiene como un caso no resuelto.
En octubre del año pasado, las autoridades aseguraron tenerla ya avanzada, sin embargo la familia se encuentra en el mismo punto inicial, sin respuestas claras y sin Erick.
“Cada vez que anuncian en las noticias que encontraron un cadáver, se me disparan los nervios”, indicó Ana Luisa, a la vez que asegura guarda la esperanza de que su vástago se encuentre en algún lugar con vida.