Aunque el estándar internacional es de un bombero por cada mil habitantes, en el país hay menos de 4,000 para una población de 10 millones
Menos de cuatro mil bomberos deben atender las 150 emergencias por día que, se estima, genera la población dominicana, unos 10 millones de habitantes. Estos cuatro mil bomberos incluyen personal administrativo, así que, en la práctica, alrededor tres mil atienden emergencias y de estos, el 30 % ya no está en condiciones físicas adecuadas para trabajar en terreno.
Así lo explica el presidente de la Unión Nacional de Bomberos, Rafael Javier Bueno, durante una conversación en la que también participaron los jefes de cuerpos de bomberos de La Romana, Medardo Quezada; Puerto Plata, Ramón Paulino; Santiago, Alexis Moscat; Ocoa, Francis Castillo y Nigua, Nelson Daniel Figuereo Peguero.
Atrapados en carencias materiales y limitaciones en la formación de su personal, los directivos de la Unión Nacional de Bomberos ponen sus esperanzas en un proceso de reforma que aseguran ya ha empezado.
Bueno destaca tres logros recientes de la reforma: que se enviara al Congreso un proyecto de ley consensuado entre actores como la Federación Dominicana de Municipios (Fedomu), el Ministerio de Interior y Policía y la Liga Municipal Dominicana; la llegada de unos 72 camiones gracias a la cooperación china y un aumento de sueldo, que establece un salario mínimo de RD$10,000 para los bomberos que responden a emergencias.
Hasta hace tres meses, el salario mínimo dependía de las posibilidades presupuestarias o la voluntad política del ayuntamiento del municipio al que correspondiera el cuartel de bomberos y podía ser de RD$3,000 o menos.
En el país hay 173 cuerpos de bomberos, pero con frecuencia se trata de instituciones precarias, con un funcionamiento mínimo gracias al personal que trabaja de forma voluntaria, sin paga o al menos sin salario fijo.
La tradición del voluntariado en los cuerpos de bomberos se da en muchos países y es un valioso aporte a las comunidades, opinan los jefes de cuerpos de bomberos. Sin embargo, destacan que la seguridad de los pueblos no debe descansar sobre voluntarios, muchos de ellos adultos mayores, que al tener responsabilidades con sus empleos o negocios no siempre están disponibles en momentos críticos.
Profesionalización del cuerpo de bomberos
Moscat, jefe del cuerpo de bomberos de Santiago, destaca que, en parte, debido a la falta de incentivo salarial, hasta ahora ha sido difícil llenar las plazas vacantes.
“En el caso de personal, esto no solo se vive en Santiago, a nivel nacional hay falta de motivación de los jóvenes para ingresar a las instituciones de socorro, en este caso los bomberos. Por el bajo salario, no había esa vocación, todo el que tiene familia lo primero que busca es lo que puede devengar. Eso ha dado un giro importante desde que se anunció el aumento” explica.
Bueno dice que desde hace tres meses el Gobierno central complementa el salario que otorgan los ayuntamientos para garantizar el mínimo de RD$10,000 o el sueldo acordado, que en el caso de los jefes de cuerpos de bomberos puede ser de entre RD$30,000 y RD$50,000.
Las limitaciones presupuestarias para contratar personal con una formación escolar mínima, ha tenido como consecuencia que se emplearan personas con limitaciones para ser entrenadas debido a la falta de educación formal.
“Al no haber una escuela nacional y los bomberos ser municipales, al haber escasez de recursos… ¿por 2,000 pesos que podías exigir? Hay personas analfabetas, literalmente”, dice Bueno.
Pero incluso cuando llega personal con cierta educación formal y condiciones físicas apropiadas, la formación de la mayoría de los bomberos es limitada. Hasta ahora en el país no hay escuelas de formación propiamente, aseguran los directivos de la Unión Nacional de Bomberos.
De momento, se ha adaptado un manual de Estados Unidos, se ha unificado la forma en la que se nombran las distintas emergencias para generar un entendimiento técnico entre las estaciones del país; y en los cuerpos de bomberos más importantes, como el de Santo Domingo Este, existen condiciones para entrenamientos algo más formales. En casos extraordinarios, algunos agentes se han entrenado fuera del país.
Pero, la aspiración de los bomberos es la creación de una academia nacional para la formación de sus integrantes, lo que aseguran ya está en proyecto después de sostener conversaciones con el Poder Ejecutivo.
En el proyecto de ley en el que cifran sus esperanzas de institucionalización los jefes de cuerpos de bomberos, se establece que para ingresar a la institución será necesario ser bachiller, y pasar unos requisitos de salud, capacidad física, condición emocional y capacidad de liderazgo.
Además de la falta de salario y de formación, los bomberos han estado fuera de los sistemas de seguridad social, lo que también desincentiva la entrada de personal competente y joven.
Esta falta de personal competente, capaz de manejar apropiadamente los equipos y el desconocimiento de los ayuntamientos sobre la gestión de bomberos ha incidido en que se dañen equipos comprados en el pasado, como ocurrió en 1998 y en el cuatrienio 2000-2004.
“En el 98 a los cuerpos se les entregó un camión nuevo, equipado, del año, bueno. Por ejemplo, ese camión que está ahí cuesta 20 millones de pesos y se le entregó a una persona que ganaba 500 pesos y era analfabeto”, lamenta el jefe del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo Este.
Obstáculo al ejercicio de sus funciones
El jefe del cuerpo de Bomberos de Nigua explica que a los bomberos de ese municipio, clave para prevenir y sofocar incendios en empresas que trabajan con materiales inflamables, su ayuntamiento no le han pagado los últimos dos meses.
“Las leyes municipales nos crean y deben sustentarnos, pero en el caso del cuerpo de bomberos de Nigua tenemos dos meses que no recibimos salario del cabildo, estamos sustentando por el aporte económico del Gobierno central”, explica Figuereo.
Las limitaciones presupuestarias de los ayuntamientos y el desconocimiento de algunos alcaldes también dificultan el trabajo de los bomberos.
Circulan anécdotas de alcaldes que han mandado a los bomberos a recoger basura y podar árboles en contextos no vinculados a emergencias, y así los fuerzan a dar un mal uso a equipos sofisticados.
Además, en general, los ayuntamientos no compran los equipos necesarios porque no tienen fondos suficientes, así que los jefes de bomberos celebran la intervención del Gobierno central y el proyecto que, de convertirse en ley, crearía un consejo integrado por el ministro de Interior y Policía, el director ejecutivo del Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1, el secretario general de la Liga Municipal Dominicana, un representante de la Federación Dominicana de Municipios, un representante de la Federación Dominicana de Distritos Municipales, un representante del sector empresarial, designado por el Poder Ejecutivo y un representante de las organizaciones sociales especializadas en el tema.
Atención a emergencias
De enero a noviembre de 2019 los bomberos vinculados al 911 atendieron a 41,979 emergencias. La mayoría de emergencias son incendios. En La Romana, por ejemplo, en lo que va de año se han producido al menos 561 incendios que han requerido la atención de los bomberos, de un total de 892 emergencias.
Mientras los bomberos acuden a combatir incendios y auxiliar a personas en peligro suelen encontrarse con hidrantes que no funcionan, conductores que entorpecen el tránsito y curiosos que dificultan su trabajo.
Para enfrentar las deficiencias de servicios públicos como hidrantes y energía, en ciudades grandes como Santo Domingo Este se realizan acuerdos con empresas privadas que apoyen, en la medida en la que sus instalaciones físicas lo permitan, con estos servicios.
Pero hay zonas donde no solo falta agua, también equipos de rescate de los que depende la vida de accidentados en la carretera de una zona montañosa como Ocoa. En estos casos, los servidores públicos trabajan como pueden, solicitan herramientas prestadas, no siempre idóneas, a las empresas de construcción más cercanas.
Los directivos de la Unión Nacional de Bomberos coinciden en que su situación ha mejorado en los últimos años, pero queda un largo camino por recorrer, y más de 90 mil bomberos por contratar y formar para hacer frente a las emergencias del país.
Prevención
Además de su función primaria de socorro, los bomberos deben prevenir incendios y otras emergencias en grandes edificaciones. Deben asegurarse de que los edificios cumplan con las normas mínimas para evitar tragedias en casos de incendios y otros incidentes. Es su función velar porque se instalen escaleras de emergencia apropiadas y que las salidas se adapten a la cantidad de personas que reciban los edificios.
Sin embargo, resaltan que no les llevan los planos antes de que se construyan las edificaciones, lo que dificulta su trabajo, y no tienen facultad para exigir que se instalen escaleras de emergencia o se mejoren las edificaciones si fueron construidas antes de 2011, cuando se les otorgó por ley esa facultad.
“Esa parte sancionadora en esas edificaciones ya existentes no la tenemos, hay que esperar que ocurra una desgracia, lamentablemente. Cuando certifiquemos, un tribunal se encargará de aplicar la sanción correspondiente”, enfatiza el jefe del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo Este.
Formación, riesgo y sobrecarga
El capitán Elman Martínez dirige una brigada de rescate en Santo Domingo Este. Tiene 19 años en la institución y es uno de los pocos bomberos que se ha especializado y formado continuamente en el país y en el extranjero.
Es especialista en rescates, por ejemplo, de personas atrapadas en vehículos, dueños de animales que son atacados por estos o gente que no puede escapar de incendios.
Como la mayoría de los bomberos permanentes, trabaja más de las 44 horas semanales permitidas en el Código Laboral.
Debido a la falta de bomberos, especialmente aquellos con el entrenamiento suficiente para afrontar las emergencias, pueden trabajar desde 72 hasta 96 horas a la semana, confirma el jefe de Martínez. “Algo inhumano”, dice Bueno, jefe del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo Este.
Al preguntarle a Elman Martínez si con lo que gana puede mantener a su familia, responde: “en verdad, no”. Tiene cuatro hijos, una esposa, excelente formación y un salario que no les permite mantener a su familia sin aprietos.