La activista está en desacuerdo con que a la condición de intersexualidad se le considere un tercer sexo
La repentina introducción del concepto ‘identidad de género’ a las políticas públicas internacionales, ha generado todo un revuelo lleno de teorías encontradas respecto a qué es el sexo, el género y la identidad personal.
Quienes seguimos atentamente el intenso debate que recientemente se desarrolló en nuestro país, a favor o en contra de las políticas de género dentro de las escuelas públicas, auspiciadas por el Ministerio de Educación, recordamos un video en donde una carismática comunicadora explica las diferencias entre sexo y género.
En su video viral la publicista de pelo rizado expresa: “Actualmente se está produciendo una batalla campal entre sectores de la sociedad que defienden las políticas de género y otros que se oponen, porque entienden que se quiere imponer la ideología de género. Antes de definir qué es la ideología de género y qué es la política de género, es necesario aclarar dos conceptos que con frecuencia se suelen confundir: sexo y género. Sexo se refiere a las diferencias biológicas que nos define como masculino, femenino o intersexual, según los genitales con los que nacimos”.
Lo que la comunicadora denomina “batalla campal”, yo le llamo debate democrático sumamente necesario, pero esas son nimiedades. Cabe destacar que entre las veintiún referencias que cita el video como supuestas evidencias científicas que respaldan sus argumentos, casi todas tratan sobre políticas trans y doce alegan que la ‘identidad de género’ (un sentimiento interno de feminidad o masculinidad) radica dentro de nuestro cerebro. Pregunta, ¿yo pensaba que la Orden Departamental 33-2019 simplemente se trataba sobre erradicar la violencia contra la mujer y la igualdad entre la niñez?
En este artículo compartimos con la abogada inglesa Claire Graham, quien trabaja como maestra de niños y niñas con necesidades especiales, y es reconocida en el feminismo británico como una defensora de los derechos de las personas intersexuales (anteriormente denominadas ‘hermafroditas’), como ella.
Estimada Claire, muchísimas gracias por concedernos la entrevista. ¿Cómo llega usted al debate sobre sexo y género?
Soy defensora de los derechos intersexuales. Tengo un blog en el que escribo sobre las condiciones de intersexualidad o Diferencias en el Desarrollo Sexual (DDS), porque son varias condiciones englobadas dentro del concepto de intersexualidad. A los 18 años a mí me diagnosticaron una condición llamada síndrome MRKH, que afecta el sistema reproductivo de las hembras. No tengo cérvix y mi útero no se desarrolló, pero mi cariotipo es XX, así que genéticamente soy una hembra. Nadie se dio cuenta cuando nací, por razones obvias.
La gran mayoría de las condiciones intersexuales son similares, por lo que son imposibles de detectar a simple vista y cada una es extremadamente rara. La más común se llama Klinefelter, y se estima que afecta un 0.1 por ciento de la población mundial. Llego al debate porque hace unos años creé una cuenta en las redes sociales para conectar con personas con condiciones similares, quienes me han enseñado y compartido valiosa información, lo que ha permitido que en mis escritos concientizar sobre el tema entre el feminismo británico.
¿Qué es el sexo biológico? ¿Cuántos sexos existen?
El sexo es el lenguaje que utilizamos para describir la reproducción. En los seres humanos, tenemos dos grupos de personas: unos con el potencial de producir esperma y otras con el potencial de producir óvulos. Los nombres de estas categorías son varones y hembras.
Sé que es una teoría muy popular, pero el sexo no es un espectro. En los seres humanos solo hay dos. Las personas tenemos el potencial de producir gametos grandes o gametos pequeños. Nadie produce ambos, así como nadie produce otra cosa que no sea eso.
En República Dominicana algunos sectores, influenciados por organizaciones internacionales de renombre, argumentan que la condición de intersexualidad constituye “un tercer sexo”. ¿Usted esta de acuerdo?
No. Me parece extraño que alguien mire a un hombre que tenga Klinefelter (una condición en la que los varones tienen un cromosoma X extra) o a una mujer que, como yo, tenga MRKH, y argumente que somos del sexo opuesto.
Esta no es una postura que surge de las organizaciones de derechos para personas intersexuales. Siempre hemos estado en contra de ser clasificados como un tercer sexo. Hace varios años, Alemania cambio sus leyes para que los muy pocos bebes nacidos con genitales ambiguos, sean declarados un tercer sexo, e internacionalmente las organizaciones de derechos intersexuales repudiamos esta postura. Esa clasificación de tercer sexo incentiva más cirugías en bebes con condiciones de intersexualidad, porque los padres y las madres sienten incomodidad con esa incertidumbre.
Usted argumenta ser una defensora de derechos intersexuales a regañadientes, ya que su defensoría surge en respuesta al activismo trans, quienes se han adueñado de las condiciones intersexuales para su causa. ¿Usted diría que hay un conflicto entre los fines de la causa intersexual y los de las políticas trans?
Diría que sí, aunque otras personas intersexuales pueden estar en desacuerdo conmigo. La defensoría de los derechos de personas intersexuales busca minimizar las intervenciones médicas, mientras que el activismo trans promueve estas cirugías. En sus objetivos incluyen a niños y niñas, lo cual es la antítesis de las metas de la causa intersexual.
Desde su experiencia, ¿qué quisiera compartir con nuestra audiencia en la República Dominicana sobre la condición intersexual?
Que las personas intersexuales no estamos interesadas en ser utilizadas como una herramienta política para las causas de nadie más. La mayoría nos entendemos como hembras o varones que nacimos con una condición médica que causa una diferencia en nuestro desarrollo. Instrumentalizarnos para sustentar políticas de otro grupo de personas, dificulta el acceso a información precisa, y nos obliga a tener que desmontar argumentos innecesarios.
Mil gracias a la maestra Claire Graham por su tiempo y por su defensoría a favor de los derechos de las personas intersexuales. Nuestra próxima entrevista se enfoca en cómo la nueva generación de pensamiento y activismo feminista navega el agobiante conflicto sexo y género dentro del movimiento feminista. .