El ambiente previo a la convocatoria del diálogo para consensuar la ley de partidos y agrupaciones políticas que han anunciado monseñor Agripino Núñez Collado y el presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Julio César Castaños Guzmán, tiene todas las características para que fracase de nuevo.
En el Partido Revolucionario Moderno (PRM) hay contradicción. Mientras el secretario general, Jesús Vásquez Martínez, condiciona el apoyo a la iniciativa a que se elijan jueces apartidistas e imparciales en el Tribunal Superior Electoral (TSE), el expresidente Hipólito Mejía, uno de los principales líderes de la organización, fue a la JCE y el Senado, a dar su respaldo para que la iniciativa sea aprobada lo antes posible.
En tanto, el dirigente del PLD, César Pina Toribio, acusó a esa organización opositora de que no tiene interés en que se apruebe la ley que rija la vida orgánica de las organizaciones políticas. “Por lo que he leído en los periódicos, vamos a tener el mismo impasse que patrocina el PRM, en el sentido de que primero se designen los jueces del Tribunal Superior Electoral y luego se discutan esas leyes”, declaró Pina Toribio.
El escenario dibuja un ambiente similar a lo ocurrido recientemente con el diálogo político para discutir la ley de partidos, pero finalmente se convirtió en espacio de presión para la elección de los miembros de la Junta entre el oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y sus aliados y el bloque de oposición. Finalmente, el diálogo se rompió y el Senado eligió una JCE de la que la oposición no tiene mayores quejas.
El diálogo para consensuar la ley de partidos pasa por tres sectores, el PLD y sus aliados, el bloque opositor y la sociedad civil, en la denominada Iniciativa por la Institucionalidad Democrática del país.
Esa entidad que agrupa a más de doce organizaciones de la sociedad y del empresariado estuvo del lado del bloque de partidos de oposición en la lucha por la escogencia de los miembros de la JCE.
Otros obstáculos al diálogo
Pero la elección de los nuevos jueces del TSE no es el único problema que tiene la aprobación de la demandada ley de partidos, también las diferencias entre partidos y a lo interno de los partidos sobre el contenido de la ley, es otro problema que hasta ahora no se ha podido resolver.
Es el caso de las primarias simultáneas, es decir, que la elección de los candidatos de los partidos se haga un solo día y que sean administradas por la JCE, idea que pocos partidos aprueban.
El secretario general del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Ramón Rogelio Genao, dijo que hacer primarias simultáneas es una idea que aprueban pocos partidos, sobre todo porque la administración del proceso quedaría en manos de la JCE y no de los partidos.
También en el PLD hay diferencias sobre el tema con los principales líderes, mientras Leonel Fernández tiene sus reservas con las primarias simultáneas, el presidente Danilo Medina apoya que los partidos elijan los candidatos el mismo día. Sin embargo, la organización ha dicho que tiene compromiso con la aprobación de esas iniciativas.
El compromiso del PLD para que se aprueben las iniciativas fue ratificado por el secretario general, Reinaldo Pared Pérez, luego de la visita del expresidente Hipólito Mejía.
Igualmente, fue el presidente Medina el que invitó públicamente a Núñez Collado a convocar un diálogo entre los partidos a fin de que se pueda consensuar la ley de partidos.
La presión ahora será directa sobre Medina
Los partidos del bloque de oposición hicieron presión para que el presidente Medina se involucrara en la elección de los miembros de la JCE, que es competencia del Senado. Ahora será diferente, porque los jueces del TSE los escoge el Consejo Nacional de la Magistratura, que encabeza y convoca el Presidente de la República. En ese sentido, si quienes resulten electos concitan el rechazo de la oposición, habrá un involucramiento directo del Ejecutivo. Además del Procurador y los presidentes de las cámaras.
Para el PLD, Mejía debe encabezar la oposición
En el PLD son muchas las voces que han surgido para validar al expresidente Mejía como el interlocutor válido de la oposición para consensuar la ley de partidos y otros temas que requieren de diálogo en los distintos sectores del país. Así lo han expresado Reinaldo Pard Pérez, Rafael Alburquerque y Franklin Almeyda. En esta etapa Mejía ha desarrollado su propia agenda pública y aunque en ocasiones sus acciones contradicen la línea de su partido, hasta ahora eso no ha generado divisiones en el PRM.