Cabral, Barahona. Comunitarios temen que la población en la Sierra de Bahoruco de la especie del árbol conocido como guaconejo sea extinguida dentro de pocos años.
Dicen que es un crimen ecológico la depredación y el traslado de su madera a las fábricas “Dominican Aron SRL”, que tiene sus instalaciones a la entrada de este municipio y “Esencias Quisqueya”, que opera en el sector El Majagual, en las que, tras un proceso, se le extrae el aceite que es enviado a países extranjeros para la fabricación de variados perfumes. Esta práctica, que se ha convertido en un negocio muy lucrativo para algunos, se registra desde hace años y la comunidad desconoce si los dueños de las fábricas hacen algún aporte económico para ésta, debido a que las autoridades, incluidas las municipales, mantienen absoluto silencio sobre el particular.
Para el defensor del medio ambiente, Marcos Pérez Alcántara, esta depredación no solo se limita al guaconejo, sino también a otras especies arbóreas, cuya madera es utilizada en la fabricación de carbón vegetal para la comercialización local y no para el producto ser llevado a Haití, como sucede en otras zonas del Suroeste. “Esta depredación se registraba desproporcionalmente desde hacía muchos años con los permisos correspondientes de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Hoy, gracias a Dios, de tres meses para acá, la misma se ejerce con mayor control, debido a la intervención del actual titular de la Dirección Provincial del organismo con sede en la ciudad de Barahona”, comentó Alcántara, quien, no obstante, advirtió que todavía prevalece en la mente de grupos de desaprensivos la idea de seguir extinguiendo el guaconejo, una especie endémica de la Sierra de Bahoruco.
Explicó que hace tres meses que diferentes sectores que hacen vida en esta localidad elevaron su voz de protesta contra esta criminal práctica, lo que motivó a que Mella sostuviera una reunión urgente con estos, en la cual prometió que iba a controlar fuertemente esta situación para que la misma se desarrollara estrictamente dentro de la ley 64-00. Se supo que la empresa “Esencias Quisqueya” opera con un permiso otorgado directamente por el Ministerio de Medio Ambiente en Santo Domingo, pero se desconoce si a la empresa Dominican Aron SLR, que fue cerrada en el año 2012 por el entonces director provincial del organismo, ingeniero Miguel Melo Beltré, por sobrepasar la capacidad de operación de la especie, le fue restablecido el permiso.
Piden cierre de ambas fábricas
Diferentes comunitarios solicitaron al Ministerio de Medio Ambiente que disponga el cierre definitivo de las dos fábricas, porque, a su juicio, la tala del árbol de la especie guaconejo continuará en la Sierra de Bahoruco, así como la de otros árboles para la fabricación de carbón vegetal en este municipio.
“No podemos permitir que ambas fábricas extingan nuestra zona boscosa, en especial el árbol de guaconejo, a cambio de unos 40 o 50 empleítos que no significan nada para una comunidad cuyas principales entradas de divisas son la agricultura y la pesca, las cuales actualmente no atraviesan por sus mejores momentos”, comentó Héctor Féliz. La posición al respecto de Féliz fue sustentada por los comunitarios Loyda Matos y Rafael Pérez Santana, quienes dejaron ver su indignación porque nadie sabe qué beneficios están aportando por ley al pueblo, los dueños de las mencionadas fábricas. El control del corte de guaconejo y otros árboles se ha recrudecido tras los focos de incendios ocurridos hace varios días a la altura del kilómetro 28 de la carretera del Aceitillar, en Pedernales, que afectaron en varias direcciones los pinares de más de 2,000 tareas de terreno en esta área protegida que ha sido declarada “reserva de la biosfera” por la Unesco.