SANTO DOMINGO. El presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) exhortó a la población dominicana a celebrar este tiempo de Navidad y fin de año con estricta moderación, y que cada dominicano se convierta en un agente de «esperanza y amor» para promover la convivencia familiar y la tolerancia.
Feliciano Lacen Custodio definió la temporada como una pausa festiva en la que recordamos el nacimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, la cual debe tener un significado familiar, un espacio de reunión, conmemoración y recuerdos.
La entidad evangélica consideró que este momento en que el mundo aprovecha para festejar unas fiestas que no se corresponden con el tiempo es un buen motivo que debemos aprovechar los creyentes en Cristo Jesús para hablar y promover la esperanza para una sociedad que no tiene esperanza o que ha puesto sus esperanzas en las cosas pasajeras.
El CODUE entiende que las celebraciones son una excelente oportunidad para meditar, analizar y visualizar en dónde estamos, qué hemos realizado y qué cambios debemos hacer para mejorar nuestra calidad de vida y la de nuestra familia.
Lacen Custodio consideró que la esperanza es un valor universal que está presente en la historia de la humanidad, como en nuestras propias historias personales. Y tanto más entre aquellos que confesamos a Jesús de Nazaret como la esperanza hecha carne en medio de la historia humana.
«Estas festividades no deben ser sólo para recordar a Jesús, los regalos y las fiestas; debemos comprometernos a ser agentes de sanidad interior, transformación social y espiritual», añadió el presidente de la entidad.
Manifestó Lacen Custodio que es un tiempo de reflexión, de meditación y de volver en sí a la luz de la Natividad de Jesús. Como aquellos pastores que cuidaban a sus rebaños en la noche, también nosotros hemos tenido la experiencia de oír la buena noticia que ellos escucharon: “Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Cristo” (Lucas 2:11).