La mañana del dos de octubre del pasado año se encontraban en el interior de la hacienda “Josefina”, ubicada en la comunidad Rancho Manuel, del distrito municipal Estero Hondo, en Puerto Plata, los cadáveres de tres personas. Estos presentaban signos de violencia.
Juan José Soto Corniel, de 72 años, y sus dos colaboradores Gilberto Antonio Basilio, de 64, y la arquitecta Maritza Arelis Ovalle Ureña, de 63, habrían sido asesinados por un ciudadano haitiano que solo ha sido identificado como Blanco o Rodolfo, cuyo paradero es aún desconocido por las autoridades.
Soto Corniel poseía la hacienda ya mencionada como uno de sus patrimonios, aunque solía ir los fines de semana, pues residía en Santiago, según relató entrevistado en “Casos sin Resolver” por Despierta con CDN, su sobrino, el exsecretario de las Fuerzas Armadas, José Miguel Soto Jiménez.
Lastimosamente, narra Soto Jiménez, su tío había decidido quedarse un día más en el lugar para resolver algunos pendientes administrativos y de allí se reuniría con otras personas (incluido su sobrino), para una marcha patriótica a la que nunca llegó, y sucedió que su familia se enteraría de lo sucedido al día siguiente.
El hecho
Según la información hasta ahora recopilada por las autoridades y la cual narró en la entrevista Soto Jiménez, el presunto homicida, quien se desempeñaba como ordeñador en la hacienda desde hacía quince días, había tenido una discusión con su superior directo, la cual concluyó en la muerte de este último a machetazos.
Al escuchar el ruido, Soto Corniel bajó el primer nivel donde se originaría el hecho, sin saber que sería la siguiente víctima del iracundo hombre, quien posteriormente volvería a subir las escaleras para de la misma manera dar muerte a la arquitecta de 63 años que trabajaba en unos planos. Culminada la acción este huyó sin que hasta el momento se tengan datos sobre su paradero.
Según trascendió entre los comunitarios, el extranjero ya había sido cancelado de una finca en Laguna Salada, provincia Valverde, por presentar un comportamiento violento.
Reacción de los vecinos
Despué del hecho, los lugareños de la comunidad arremetieron contra nacionales haitianos que residían en el lugar, los obligaron a marcharse al quemar sus pertenencias, esto, alegando que los extranjeros se habían apropiado de la zona y hacían lo que querían.
Sobre la investigación
Soto Jiménez explicó que las autoridades han agotado el debido proceso y han dado el seguimiento esperado, pero el hecho de que el presunto homicida sea haitiano dificulta y retrasa la investigación, porque probablemente estuvo en el país de manera ilegal y no hay un registro para dar seguimiento.