“Falta de Voluntad” por parte de las autoridades, indica la familia de Andreina Pernalete, es lo que no ha permitido concluir su caso habiendo pasado ya más de dos años.
La joven salió de su país de origen, Venezuela, a sus 20 años con una mochila llena de sueños por cumplir; mismos que empezaron a materializarse de a poco en República Dominicana y que fueron tronchados de repente el día 13 de diciembre del 2020, cuando fue atropellada y dejada abandonada en una avenida de la capital.
Ese día como era ya costumbre, Andreina de 23 años de edad, había contactado a su motoconcho de confianza para trasladarse a su casa luego del trabajo. Lo que nunca imaginaron, es que por la avenida Rómulo Betancourt con calle D, un vehículo a alta velocidad los embestiría dejándolos tirados en el pavimento.
La joven fue lanzada con mucha fuerza por el vehículo, cuyo conductor nunca se detuvo, lo que provocó que al día siguiente falleciera, mientras su acompañante quedó gravemente herido e ingresado por más de un mes en un centro de salud.
David Pernalete, hermano de Andreina y su único pariente en el país, tuvo que enfrentar la muerte de su hermana y el difícil proceso de interponer ante las autoridades una denuncia que al día de hoy no ha sido resuelta, mientras sus padres luchaban por llegar a República Dominicana, cosa que lograron una semana después.
La familia comenzó entonces el proceso para identificar y capturar al responsable del hecho, teniendo que valerse de sus propios medios para investigar, ya que la fiscal al frente del caso por la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), les indicó que por el cúmulo de casos que tenían en ese momento no podría ayudarles a recolectar evidencias.
Un total de 17 videos entregados por la familia no fueron suficientes para identificar al responsable del accidente.
Dos años y tres meses en que esta familia sufre la pérdida de uno de sus miembros, una joven llena de luz y alegría como definen a Andreina.
Un largo proceso en el que incluso se les ha negado acceso a un video entregado por una empresa cercana al lugar del accidente, mismo en el que creen sí se visualiza la placa del vehículo.
Esto y otros detalles como mover a personas claves de sus puestos de trabajo, que podrían dar información para solucionar el caso, han entorpecido la investigación y en consecuencia la conclusión del mismo.
A pesar del tiempo transcurrido mantienen la confianza de que la justicia toque sus puertas.