A pesar de que en el día de ayer se registraron pocas lluvias, algunos de los barrios marginados de la capital cercanos a los ríos Ozama e Isabela aún presentan estragos por los aguaceros de las últimas semanas.Durante un recorrido realizado por elCaribe, en las viviendas ubicadas en la ribera de los ríos de los barrios La Ciénaga y Los Guandules, se pudo constatar los daños ocasionados, donde las casas abandonadas o destruidas y el agua aposada dentro de ellas, son algunos de los estragos que se pueden encontrar.
Nelis Abreu Sánchez, quien reside por más de 30 años en las orillas del río Ozama, en el barrio Los Guandules, contó que todos estos días se ha tenido que pasar corriendo por las noches para recoger sus pertenencias y llamar a su familia para salvaguardarlas de la crecida del afluente.
“Se me han perdido la mayoría de mis ajuares, de mis trastes, mi casita se me rompió. He tenido que salir corriendo tarde de la noche sin saber para dónde correr… Ya yo he sufrido mucho, mis muebles ya no tengo, mi camita, la pobre ya no sirve, las sábanas, la ropa”, narró Abreu Sánchez, quien actualmente vive con 6 personas en la pequeña casa que ahora se encuentra deteriorada.
En una circunstancia parecida, se encuentra Martha Perdomo, quien reside cerca del río en el barrio La Ciénaga y que al equipo de prensa llegar, tenía a un bebé en brazos. Perdomo manifestó su desesperación, pues según contó, ella y su familia no tienen ningún lugar hacia dónde dirigirse y refugiarse en estos momentos. “Y lo más malo es que cuando uno se puede ir le roban lo poco que uno tiene en su casa, entonces, nosotros nos encaramamos encima de cubetas y salimos con los niños para afuera”, dijo.
Contaminación y enfermedades
Las lluvias que han caído en toda la geografía nacional han producido muchos daños, pero en estos barrios en específico, la basura acumulada se encuentra por doquier, los niños presentan tos por gripe y alergias en la piel, el mal olor por las aguas acumuladas se puede percibir por muchos lugares, mientras que los lugareños claman la pronta atención de los organismos de ayuda y del Gobierno, ya que dicen, todavía no se han presentado a asistirlos.