Las críticas de los fiscales a las decisiones de jueces que no les favorecieron al parecer han encontrado un freno, luego de meses de enfrentamientos entre estos actores del sistema de justicia.
El silencio de la procuradora general de la República, Miriam Germán, sobre este tema se rompió al enviar una carta a sus procuradores adjuntos en la que les insta a obviar la “crítica ácida” contra los jueces, a no contribuir con los juicios paralelos ni a la desconfianza de la sociedad en las instituciones.
“No utilicemos vías distintas a los procesos judiciales para hacer valer nuestros reclamos, porque si con sus actuaciones provocan la pérdida de la confianza en nuestros honorables jueces y juezas, les fallamos a las víctimas, a los imputados y a la sociedad”, dijo.
La exhortación de Germán se dio un día después de que el fiscal anticorrupción Wilson Camacho calificara como irracional la decisión tomada por un tribunal de variar la prisión preventiva a un imputado.
El titular de la Procuraduría Especializada de Persecución a la Corrupción Administrativa (Pepca) frecuentemente ha cuestionado con dureza a los jueces que han cesado la prisión a los imputados en casos de corrupción que cumplieron año y medio recluidos, tal como establece la normativa procesal penal.
Y no es el único. La directora de Persecución del Ministerio Público, Yeni Berenice Reynoso, también ha puesto en duda el accionar de los jueces y hace tres semanas dijo que al que “favorezca por intereses a un corrupto no se le puede llamar honorable ni puede exigir respeto”.
Deben ser prudentes
Para Germán, los miembros del Ministerio Público, sobre todo aquellos que llevan casos complejos, deben ser prudentes y sus respuestas tienen que ser limitadas, directas y precisas.
“Ciertamente, hay decisiones que deben ser cuestionadas, no hay mejor espacio para hacerlo que a través de las vías de recursos, con respeto y deferencia, pero bien fundamentado y con una exposición clara de los agravios”, manifestó la procuradora en la misiva enviada a Camacho, Reynoso, y sus demás adjuntos.
Indicó que la sana crítica a las decisiones del juez es la mejor manera de asegurar la transparencia e integridad de la labor judicial, pero que esto no es posible con respuestas apresuradas “apenas salido el dispositivo de la sentencia o la decisión íntegra, pero, sin haber sido debidamente leída”, como ha pasado cuando Reynoso y Camacho hablan con la prensa a la salida de las audiencias.
“Los jueces y juezas, como administradores de justicia, son criticados de otra manera y atendiendo a la santidad de su función, no podemos comportarnos como si el Ministerio Público tuviese un interés actual y directo en el desenlace del caso”, sostuvo la procuradora, quien durante muchos años se desempeñó como jueza.
En la carta, Germán dijo que el trabajo de los fiscales es litigar dentro de los tribunales y no fuera de ellos. Y, agregó, las situaciones que se han producido durante los últimos días, colocan al Ministerio Público en un estado de vulnerabilidad y con un paño de vergüenza ajena.
La procuradora precisó que los medios de comunicación no son el espacio para discutir si las sentencias son o no apegadas a derecho, y si no resistirían un examen desde el punto de vista de la coherencia y la lógica.
Manifestó que no se cuestiona el derecho de nadie a expresarse sobre distintos temas, sino que esto comprometa la integridad y la objetividad del Ministerio Público, así como de las investigaciones en curso.
“A pesar de que están en juego valores que no corresponden a la lógica de la sociedad del espectáculo, hay otros que trascienden un caso determinado y puedan frustrar el justo deseo de justicia en la población”, expuso la jefa del Ministerio Público en su misiva.
Agresividad afecta la independencia judicial
Germán se preguntó a quién podría ayudarle que exista una diferencia entre el Ministerio Público y el Poder Judicial, que comenzó hace tres meses y se agravó en las últimas semanas, a tal punto de que asociaciones de jueces y el presidente de la Suprema Corte de Justicia se han pronunciado.
“Esta agresividad mutua que ahora existe nos lleva a preguntarnos a quién beneficia, porque el perjudicado es evidente, al sistema de administración de justicia y sociedad.
La población y la toma de los medios de comunicación para continuar el proceso por otras vías, pero, contra los jueces, no son más que municiones para aquellos que no quieren una administración y auxilio de la justicia fuerte e independiente”, expresó.