Washington D.C. – Este lunes, el presidente Joe Biden y el presidente electo Donald Trump hicieron su arribo al Capitolio de EE.UU. para una de las ceremonias más importantes de la política estadounidense: la toma de posesión presidencial.
El evento, que marca el inicio del segundo mandato de Trump, es considerado una de las tradiciones democráticas más significativas del país.
A diferencia de la investidura de 2021, cuando Trump no participó en la ceremonia de Biden, este año ambos mandatarios viajaron juntos en la misma limusina hacia el Capitolio.
Este gesto simboliza el regreso a una tradición que data de 2009, cuando el presidente saliente George W. Bush acompañó a Barack Obama a la ceremonia de juramentación.
La llegada de Biden y Trump al Capitolio es un reflejo del respeto a las costumbres republicanas, a pesar de las tensiones políticas que ambos líderes han vivido a lo largo de los años.
Con la ceremonia de juramentación programada para las 12:00 p.m., el presidente electo y el vicepresidente electo JD Vance prestarán juramento dentro de la Rotonda del Capitolio. Posteriormente, Trump ofrecerá su discurso inaugural ante miles de espectadores y funcionarios del gobierno.
La Carta entre Biden y Trump
En un momento simbólico antes del evento, el presidente Biden reveló que dejó una carta en la Oficina Oval para su sucesor, el presidente electo Donald Trump.
Este gesto es el último de una serie de tradiciones entre presidentes que buscan reflejar un acto de respeto, independientemente de las diferencias políticas. Biden, al ser interrogado por los medios, expresó que “eso es entre Trump y yo”, confirmando el carácter personal de este mensaje.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, aunque breve, no pasó desapercibido. En un gesto de cordialidad, Biden recibió a Trump en el Pórtico Norte de la Casa Blanca, saludándolo con un sencillo pero significativo “bienvenido a casa”.
Biden, al ser cuestionado sobre su estado de ánimo en este día, respondió con una sola palabra: “alegría”. Un funcionario de la Casa Blanca comentó que no hubo dudas de que el presidente saliente participaría en los pasos ceremoniales, ya que siempre se consideró importante mantener las tradiciones y cumplir con lo establecido por la Constitución.
