El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este martes la creación de Stargate, una empresa estadounidense que invertirá 500.000 millones de dólares en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) en los próximos cuatro años. La compañía, que ha sido fundada por los gigantes tecnológicos SoftBank, OpenAI, Oracle y MGX, recibirá una dotación inicial de 100.000 millones de dólares.
En una rueda de prensa, Trump subrayó que Stargate hará una “tremenda inversión” en lo que, según él, será el “proyecto de infraestructura de IA más grande, con diferencia, de la historia”. “Es mucho dinero y [estará implicada] gente de alta calidad”, indicó el mandatario estadounidense, añadiendo que es “una rotunda declaración de confianza en el potencial de EE.UU.” bajo su nueva administración.
Durante el anuncio, Trump ha estado acompañado en la Casa Blanca por Masayoshi Son, jefe de SoftBank; Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI; y Larry Ellison, cofundador de Oracle. En particular, Ellison reveló que ya se están construyendo centros de datos en Texas, donde estará la sede de la nueva compañía, y que hay planes para erigirlos en otros estados. Asimismo, el jefe de Oracle sugirió que el proyecto está vinculado a los historiales médicos digitales y facilitaría el tratamiento de enfermedades como el cáncer mediante el posible desarrollo de una vacuna personalizada.
Según señaló en un comunicado OpenAI, la nueva infraestructura “asegurará el liderazgo estadounidense en IA, creará cientos de miles de puestos de trabajo en EE.UU. y generará enormes beneficios económicos para todo el mundo”, asimismo “proporcionará una capacidad estratégica para proteger la seguridad nacional” del país norteamericano y sus aliados.
Por su parte, Son, multimillonario afincado en Japón que ya se comprometió en diciembre pasado a invertir 100.000 millones de dólares en proyectos estadounidenses en los próximos cuatro años, subrayó que “este es el comienzo de la edad de oro”, en referencia a la previa afirmación de Trump de que Estados Unidos viviría una “edad de oro” con él de nuevo en la Casa Blanca.