Moscú/Kiev. La tregua energética entre rusos y ucranianos se tambalea poco después de entrar en vigor entre acusaciones mutuas de violación, mientras la marítima se topa con muchos escollos en el camino, debido a la exigencia rusa de levantar las sanciones agrícolas occidentales antes de aceptar un cese de las hostilidades en el mar Negro.
“Siendo conscientes de que la incapacidad del régimen de Kiev para llegar a acuerdos ha quedado sobradamente demostrada, de todos modos, creemos que esta moratoria (energética) debe ser respetada, sin lugar a dudas”, dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Las negociaciones a tres bandas en Riad -con EE.UU. como maestro de ceremonias- que propiciaron dichos acuerdos fueron las primeras que reunieron a los dos bandos en conflicto, aunque el hecho de no hubiera un comunicado conjunto demuestra que el alto el fuego aún está muy lejos.
Rusia denuncia ataques ucranianosEl Ministerio de Defensa de Rusia acusó este miércoles a Ucrania de violar la tregua energética, que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pareció aceptar una vez la Casa Blanca publicó la víspera su comunicado.
“Pese a las declaraciones públicas de Zelenski (…), el régimen de Kiev continúa sus ataques contra la infraestructura energética de Rusia”, señala el comunicado castrense colgado en Telegram.
Según la nota, las defensas antiaéreas rusas derribaron la pasada noche dos drones ucranianos que tenían como objetivo un depósito subterráneo de gas en la costa de la anexionada península de Crimea.
Además, otros dos ataques contra las instalaciones de la filial de la principal compañía distribuidora de electricidad rusa (Rosseti Tsentr) dejaron sin luz a miles de personas en las regiones fronterizas de Kursk y Briansk.
Kiev paga a Moscú con la misma moneda
El asesor presidencial ucraniano Dmitró Litvin acusó a Moscú de atacar hasta en ocho ocasiones infraestructuras energéticas desde que el pasado 18 de marzo declarara una tregua unilateral, que Kiev nunca aceptó. “Pero la realidad es que desde el 18 de marzo han golpeado nuestras infraestructuras energéticas con bombas, con drones y con drones de visión remota”,