El presidente de Rusia, Vladímir Putin, asistió a la ceremonia de botadura del submarino nuclear Perm, un hito clave en el desarrollo de la flota rusa. Este sumergible pertenece al proyecto 885/885M Yasen-M y es el primero en portar los misiles de crucero hipersónicos Tsirkón, una tecnología indetectable para los radares enemigos.
El Perm es el sexto submarino de ataque de propulsión nuclear de la clase Yasen-M, considerado uno de los proyectos navales más avanzados y costosos de la historia de Rusia.
Su diseño innovador le permite operar de manera sigilosa y llevar un arsenal diverso de armas estratégicas. Con un desplazamiento de 8.600 toneladas en superficie y 13.800 toneladas sumergido, el Perm puede alcanzar velocidades de hasta 31 nudos y descender a 600 metros de profundidad.
Sus sistemas de armamento incluyen tubos lanzatorpedos y silos verticales para el despliegue de misiles Oniks, Kalibr y Tsirkón, lo que lo convierte en una de las unidades más letales de la flota rusa.
El poder de los misiles Tsirkón
El Tsirkón es el primer misil de crucero hipersónico naval del mundo en entrar en servicio activo. Diseñado para alcanzar velocidades de hasta Mach 9 (aproximadamente 10.000 km/h), este proyectil genera una nube de plasma que absorbe las ondas de radio, haciéndolo invisible para los sistemas de detección convencionales. Con un alcance estimado de 1.500 kilómetros, puede destruir objetivos tanto en mar como en tierra con una precisión milimétrica.
El misil Tsirkón ya ha sido probado con éxito en diversas plataformas navales, incluyendo la fragata Admiral Gorshkov y el submarino Severodvinsk. Su incorporación al Perm refuerza la capacidad ofensiva de la Armada rusa y marca un avance significativo en la guerra naval moderna.
Importancia estratégica del submarino Perm
El gobierno ruso considera al Perm una pieza clave en la modernización de su flota submarina. Su diseño mejorado, junto con la capacidad de portar los misiles Tsirkón, lo posiciona como un factor de disuasión crítico en el equilibrio geopolítico mundial.
Vladímir Putin ha destacado la relevancia de este sumergible en diversas intervenciones, subrayando su capacidad para operar en cualquier condición y responder rápidamente a amenazas en el ámbito marítimo. Además, el Perm podrá desempeñar un papel fundamental en el patrullaje de aguas estratégicas y en la proyección de fuerza de la Armada rusa.
