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Damasco, 8 ene (EFE).- El ministro de Exteriores sirio, Asaad al Shaibani, afirmó este miércoles tras cumplirse un mes del derrocamiento del presidente Bachar al Asad que la “alegría” no volverá del todo a Siria hasta que los territorios sean reunificados y los desplazados y refugiados regresen a sus hogares.
“Hemos completado hoy un mes entero en Damasco, y nuestra alegría no se completará sino con la reunificación de los territorios sirios y el regreso de los desplazados y refugiados a todas sus ciudades y pueblos”, dijo el nuevo jefe de la diplomacia interino de Siria en un breve comunicado publicado en su cuenta oficial de X.
Hoy hace un mes que las fuerzas insurgentes lideradas por la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe) se hicieron con Damasco tras poco menos de dos semanas de ofensiva relámpago que se topó con apenas resistencia y culminó con la huida de Al Asad a Moscú.
El ahora expresidente embarcó en un avión hacia Rusia aquella misma noche, poniendo fin a la concatenación de mandatos que empezaron con el golpe de Estado de su padre Hafez en 1971 y que él había continuado desde que le tomara el relevo a su muerte en el 2000.
La llegada de los islamistas al poder ha generado varias dudas sobre cómo se abordarán los retos a los que se enfrenta Siria, como su integridad y unidad territorial, amenazada tras más de una década de guerra que ha dividido el país en zonas controladas por diferentes grupos y facciones.
El derrocamiento del que para muchos era un tirano también ha permitido el regreso de muchos refugiados, desertores, opositores y activistas que no habían puesto un pie en su país en más de una década por miedo a represalias, entre ellas la posibilidad de desaparecer en uno de los infames centros de detención de sus órganos de seguridad.
Casi 14 años de guerra civil en Siria provocaron un éxodo en el país que actualmente rondaba los siete millones de desplazados internos y los cinco millones de refugiados fuera del país, según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). EFE