Puerto Principe. El Consejo Presidencial de Transición (CPT) de Haití ordenó una “profunda” investigación sobre la matanza de más de 180 personas, la mayoría ancianos, el fin de semana pasado a manos del jefe de la banda Wa Mikano (‘Rey Mikano’) en el sector de Wharf Jérémie, Cité Soleil, Puerto Príncipe.
En un comunicado divulgado ayer en el que expresó su “indignación” ante esta “barbarie”, el CPT afirmó que este hecho “constituye un ataque contra los valores fundamentales de la dignidad humana y los pilares de estabilidad de nuestra sociedad”, al tiempo que envió sus condolencias a los familiares y allegados de las víctimas. xx.
En respuesta a esta tragedia, el Consejo ordenó “una investigación inmediata y en profundidad” a fin de identificar y llevar a los culpables ante la Justicia, agregó la información.
ONU y Unión Europea condenan
Asimismo, se comprometió a “intensificar sus esfuerzos para restablecer la seguridad y proteger a cada ciudadano haitiano”, llamó a la unidad nacional “para hacer frente a esos desafíos” y reafirmó su determinación de construir “un futuro de paz y estabilidad” para Haití, sumido desde hace años en una profunda crisis que se ha agravado por el terror de las bandas armadas.
En la nota, el presidente del CPT, Leslie Voltaire, condena “con la mayor firmeza” la masacre, en la que “vidas inocentes han sido brutalmente aniquiladas”.
Los responsables de estos crímenes y sus cómplices “serán identificados y llevados ante la Justicia implacablemente”, afirmó Voltaire, quien agregó que el Estado “debe asegurar que la Justicia prevalezca”.
El primer ministro haitiano, Alix Didier Fils-Aimé, emitió un documento el lunes en el que condenó “en los términos más enérgicos posibles” la “despreciable masacre” y aseguró que el Gobierno movilizará a todas sus fuerzas para “perseguir y destruir a estos criminales”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó la violencia continuada de las bandas y la muerte de al menos 184 personas, de entre ellas, 127 ancianos y ancianas, entre el 6 y el 8 de diciembre en Puerto Príncipe, Haití.
De igual modo, la Unión Europea (UE) destacó que esa “atrocidad” supone “otra escalada de la violencia que afecta a Haití y pone de relieve la urgente necesidad de adoptar medidas decisivas para abordar la crisis”.
Según la organización CDP-Haití, la masacre se ejecutó porque Rey Mikano consideró que los ancianos del lugar hicieron brujerías para hacer enfermar a su hijo, que finalmente murió.