El grupo Odebrecht anunció ayer que ha designado a Luciano Guidolin en el cargo de director presidente, en sustitución de Luciano Souza, que ocupaba el puesto desde 2015 y que gestionó las negociaciones de colaboración con la justicia estadounidense.
El ejecutivo comenzó en Odebrecht como pasante en las empresas que dieron origen a Braskem. Durante 12 años pasó por diversas áreas de la empresa petroquímica (comercial, planificación, marketing, tecnología y exportación) hasta llegar a director.
En tres años de fundación y expansión de ETH, hoy Odebrecht Agroindustrial, fue director financiero y de Planificación. Pasó un año como vicepresidente de finanzas en el holding Odebrecht S.A. y regresó a Braskem, donde fue vicepresidente de la Unidad de Polímeros Brasil y Europa y de Tecnología e Innovación. Al inicio de este año, asumió la vicepresidencia de inversiones del grupo brasileño.
Guidolin, de 44 años de edad, es paulista descendiente de inmigrantes italianos, graduado en Ingeniería de Producción en la Escuela Politécnica de la USP y cuenta con una maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Harvard, según un comunicado de la firma brasileña. La empresa también informó que su designación forma parte del proceso de “transformación” de la firma, cuyo sistema de gobernanza está aún en proceso de reforzamiento.
En abril de este año, Estados Unidos multó a Odebrecht por US$2,600 millones como parte de un acuerdo de lenidad, que compromete a la firma a colaborar con la justicia y someterse a un control de gobernanza más estricto.
En marzo, Marcelo Odebrecht, ahora expresidente ejecutivo del grupo, fue sentenciado a 19 años de prisión. Como parte de la investigación policial Lava Jato, el exejecutivo del grupo fue declarado culpable por el pago de más de US$30 millones en sobornos.
Souza había iniciado la reestructuración
Newton Souza inició la reestructuración de Odebrecht con la venta de varios activos para aumentar su liquidez. Hace 15 días se concluyó la venta de Odebrecht Ambiental.
Asimismo, logró un acuerdo con sus acreedores (bancos) para que los US$800 millones de la venta se usen en negocios propios. Ello le daría un mayor manejo de caja al grupo por los próximos dos años.
